Ibarretxe acusa al Estado de romper el pacto por la convivencia de la Transición

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, acusó ayer al Estado de estar "consciente y permanentemente rompiendo el pacto de convivencia alcanzado en la Transición". El presidente vasco, acompañado por todos los demás miembros del Ejecutivo, descalificó con esos términos la sentencia del Tribunal Supremo contra Juan María Atutxa y otros dos miembros de la anterior Mesa del Parlamento vasco por no disolver el grupo de Batasuna. Atutxa ha sido condenado a 18 meses de inhabilitación y seis meses de multa a 100 euros diarios y sus dos compañeros de la Mesa, a un año de inhabilitación y cuatro meses de multa con la misma cuantía.

El lehendakari afirmó que la decisión del Supremo es "un acto más de la labor iniciada por el PP y el PSOE y por Batasuna, cuando echaron a Atutxa de la presidencia del Parlamento", y aprovechó para defender la consulta popular que promueve como "una respuesta democrática a todo este sinsentido".

El PNV reconoció que el fallo del Supremo contra Atutxa le "enciende todas las alarmas" respecto de la causa que se sigue en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco contra Ibarretxe por dialogar con dirigentes de Batasuna y que creía salvada con la aplicación de la doctrina Botín. En la causa están también imputados el secretario general del PSE-EE, Patxi López, y su número dos, Rodolfo Ares.

La sorpresa del lunes se tornó ayer temor abierto al entender que el fallo "parece dar carta blanca y legitimación para que otros tribunales puedan actuar de la misma manera".

La ejecutiva del PNV y sus cargos de representación pública arroparon en la sede central del partido a Atutxa, que no intervino en ningún momento. Sólo en unas breves declaraciones a la televisión vasca, cuando se incorporaba a su trabajo en la Fundación Sabino Arana, señaló que repetiría la actuación por la que ha sido condenado. "Volvería a hacer lo mismo", dijo, tras afirmar que no tiene "ninguna confianza" en la justicia. "Se ha convertido en una verdadera comedia", añadió.

El líder del PNV, Iñigo Urkullu, señaló que en España existe "una Justicia estamental, corporativista, medieval y predemocrática" y que una de sus más altas instancias, en referencia al Tribunal Supremo, se ha convertido "en refugio de ideas y grupos de ultraderecha". Al Supremo le atribuyó también haber tomado una decisión "exclusivamente mediática y política" con la intención de "convulsionar a toda una sociedad". La ideologización de una parte de la justicia en España es "imparable", dijo Urkullu, que entendió que, con este fallo, "el Supremo se resarce a sí mismo de una supuesta ofensa de desobediencia".

Urkullu no concretó actuaciones futuras, pero las ejecutivas de PNV, EA y EB mantuvieron contactos entre ellos y con la cúpula del Gobierno y del Parlamento vascos.