La Reserva Federal acude al rescate

La festividad en honor de Martin Luther King salvó a Wall Street de la jornada negra que auguraban los contratos de futuros el lunes y que sí se llevó por delante al resto de Bolsas mundiales. Y la Reserva Federal (Fed) no quiso esperar ayer a que abriera el parqué neoyorquino para una medida inusual: un recorte de urgencia en el tipo de interés, del 4,25% al 3,5%.

El banco central intentó responder así a los temores sobre la recesión y a los problemas de liquidez en EE UU, que alentaban la caída de las Bolsas. La maniobra sirvió para que las plazas europeas se recuperaran y evitó un derrumbe en Nueva York.

El tipo de referencia en EE UU queda en el 3,5%, por debajo del de la zona euro La Reserva adoptó la medida el lunes por la tarde en una videoconferencia

El Comité de Política Abierta de la Fed tiene programada una reunión para el 29 y 30 de enero, pero el lunes negro vivido en las Bolsas forzó la mano y el banco central estadounidense decidió, en una videoconferencia celebrada el lunes por la tarde, enseñar sus cartas ayer para evitar un nuevo descalabro. La medida contó con la oposición del gobernador William Poole, y en la decisión no participó otro gobernador, Frederic S. Mishkin, al que no se localizó a tiempo. Hay que retrotraerse a septiembre de 2001, tras los atentados en Nueva York, para encontrar otra decisión urgente de la Reserva Federal fuera de las reuniones programadas. Y desde 1982 no acometía un recorte tan contundente de los fondos federales.

La Fed también bajó en tres cuartos de punto (hasta el 4%) el tipo de descuento aplicado a los préstamos que concede a los bancos con más apuros financieros. La decisión del organismo que preside Ben Bernanke de bajar el tipo de interés de referencia al 3,5% lo sitúa en su nivel más bajo desde agosto de 2005. Y lo coloca por debajo del tipo del Banco Central Europeo para la zona euro (4%), lo que pasará factura a un dólar ya de por sí muy debilitado frente al euro. Ayer, la moneda europea se apreció un 1,4%, hasta un cambio de 1,464 dólares.

La rebaja es la cuarta consecutiva desde el estallido en agosto de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, cuando el tipo de interés estaba en el 5,25%. La Reserva Federal explicó su iniciativa como una respuesta a los riesgos que acechan al crecimiento en EE UU y al continuo deterioro de las condiciones del crédito que conceden los bancos a las empresas y a particulares. También citó el empeoramiento de la Bolsa, aunque evitó citar directamente el descalabro del lunes. Su análisis se basó en la situación de la economía de EE UU: dio por hecho que la contracción en el sector de la vivienda será más pronunciada de lo esperado y que se creará menos empleo.

La debilidad de la evolución económica (varios analistas predicen una recesión para este año) lleva al banco central estadounidense a decantarse por estimular el crecimiento y el mercado laboral, aunque sin perder de vista los precios. "El Comité espera que la inflación se modere en los próximos trimestres, pero será necesario seguir vigilando la evolución con cuidado", aseguró en un comunicado.

El recorte de tipos fue bien recibido por las Bolsas europeas, que rebotaron tras el anuncio de la Fed y recuperaron el pulso alcista. Pero en Wall Street cundió la cautela, por no decir el escepticismo. El Dow Jones, el índice de referencia del parqué neoyorquino, abrió la sesión con una fuerte caída próxima al 4%, fruto de las órdenes de venta acumuladas antes de iniciarse la jornada. Más pronunciada fue incluso la reacción del Nasdaq, que cayó casi un 5% en la apertura. Conforme avanzó la jornada, el Dow Jones volvió a coger aire y cerró con un recorte moderado, del 1%. Desde el máximo de octubre pasado, la caída acumulada es del 15,5%.

La respuesta de Wall Street tiene una doble lectura. Por una parte, los analistas creen que el recorte, con la amenaza de recesión en el horizonte, ya debía haber sido así de pronunciado en diciembre. Y reclaman un nueva rebaja en la reunión de la semana próxima si la Reserva Federal quiere ir verdaderamente por delante del ciclo económico y evitar la recesión en EE UU. Pero dudan de la capacidad de reacción del presidente Bernanke. Y el impacto de la crisis crediticia se sigue dejando notar en los malos resultados de los bancos, como los que presentaron ayer Bank of America y Wachovia.

El secretario del Tesoro, Henry Paulson, calificó la acción de la Reserva Federal de "constructiva" y confió en que "dé confianza" al mercado porque muestra "la disposición del banco central a actuar con rapidez". Pero los recelos de Wall Street se extienden al plan anunciado el viernes por el presidente del Gobierno estadounidense, George Bush, para reactivar la economía con recortes de impuestos. Bush se reunió a última hora de ayer con los líderes del Congreso para agilizar el plan de incentivos, que los inversores consideran insuficiente y tardío.

Las bolsas asiáticas se recuperan tras el recorte de la Reserva Federal