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Reportaje:

La construcción perderá más de 20.000 empleos este año

El paro registrado en el sector aumenta el 20% en 2007

El parón de la construcción, del que los propios agentes del sector hablaban hasta no hace mucho con la boca pequeña, tendrá su repercusión en el mercado laboral. Las principales patronales del sector, la Cámara de Contratistas de Obras de Cataluña (CCOC) y la Asociación de Promotores de Barcelona-APCE, vaticinan que 2008 se cerrará con alrededor de 20.000 puestos de trabajo menos, en el mejor de los escenarios. El sector cuenta con 282.000 afiliados a la Seguridad Social y 440.000 personas declaran estar trabajando, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

El presidente de la APCE en Barcelona, Enric Reyna, ha sido el primero en admitir las consecuencias de un bajón "no controlado" de la edificación residencial. "Si volviéramos a los niveles de 2003, si pasáramos de 127.000 viviendas a 88.000, unas 40.000 menos, perderíamos 22.000 puestos de trabajo", ha advertido.

"Los datos de enero y febrero serán determinantes para ver la magnitud de la recesión"

Las previsiones del presidente de la CCOC, Rafael Romero, van en la misma línea: "El año 2008 se podría saldar con alrededor de 250.000 trabajadores, unos 30.000 menos que ahora. Pero eso será en el peor de los casos, si la obra civil, la rehabilitación y la edificación no residencial

[oficinas, naves, etcétera] no tiran. Creo que la cifra rondará los 265.000, se destruirán unos 15.000 puestos de trabajo".

Pero Romero se refiere al tema con cautela. Para poder llevar a cabo una aproximación del empleo que se perderá, se necesita -sostiene- la variación del número de viviendas en construcción, no la disminución del número de viviendas. Y por ahora no hay ningún organismo oficial competente que informe de las viviendas en construcción. "Lo contrario son estimaciones frívolas y poco fiables".

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En cualquier caso, el presidente de la CCOC tiene claro que no se cumple la relación, que muchos defienden -como el propio director de la Oficina Económica del Gobierno, David Taguas, según la cual por cada vivienda que deje de construirse se pierden dos puestos de trabajo.

Si la teoría se cumple, este año deberían destruirse 90.000 puestos de trabajo en Cataluña, puesto que el número de visados -que anticipa la construcción de viviendas a un año- ha bajado el 37% en 2007, es decir, 46.000 unidades, según el Colegio de Arquitectos de Cataluña, que visó 79.655 viviendas, frente a las 126.326 del ejercicio precedente.

De enero a octubre, explica Romero, se iniciaron en Cataluña 78.583 viviendas, 35.000 menos que las 113.657 iniciadas en el mismo periodo del ejercicio anterior, "y no hay 70.000 parados más", aunque sí reconoce que la relación causa-efecto no es inmediata, sino que sus efectos se notan al cabo de unos seis meses.

Los parados han sido 4.700 en todo 2007, según los datos de paro registrados, lo que representa el 20% más que un año antes y deja el número de parados en 28.620 personas. El dato preocupa, y mucho, a los sindicatos. Germán González, dirigente de la federación de la construcción de Comisiones Obreras en Cataluña, no duda que "hay una recesión en el empleo por el parón de la vivienda, que irá a más este año".

González y Reyna confían en que "la mayor actividad" de la obra pública compensará el parón de la edificación residencial. De lo contrario, la destrucción de empleo será mayor. No en vano las viviendas de nueva construcción representan el 3% del sector. Los edificios no residenciales, el 20%; la rehabilitación y el mantenimiento de edificios, el 24%, y la obra civil, el 21%.

Por ese motivo, Rafael Romero exige a la Administración medidas más favorables a la rehabilitación: menos impuestos y menos restricciones.

Con todo, que en la construcción se destruyan, en el mejor de los casos, alrededor de 20.000 puestos de trabajo, no implica necesariamente 20.000 parados más. El secretario de la construcción de la UGT en Cataluña, Narciso Riera, recuerda el "enorme trasvase" de mano de obra de otros sectores al del ladrillo. "Durante los últimos cinco años, la construcción ha absorbido todo el excedente de mano de obra procedentes de otras actividades, necesitamos que se vuelva a la normalidad. Los datos de paro de enero y febrero serán determinantes para ver la magnitud de la recesión".

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