Lula ve a Fidel lúcido, con salud y dispuesto a asumir su papel político
Los presidentes de Cuba y de Brasil se reúnen durante dos horas y media
Fidel Castro vuelve a las andadas. O al menos eso parece. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, así lo indicó después de reunirse durante dos horas y media con el líder comunista. "Fidel habló dos horas y yo hablé media hora", bromeó, tras ser recibido el martes por el mandatario antes de terminar una visita oficial de 24 horas. Según Lula, Castro, de 81 años, está "muy bien de salud, con una lucidez como en los mejores momentos". Y agregó: "Pienso que Fidel está listo para asumir el papel político que él tiene en Cuba".
La visita de Lula, cuyo propósito principal fue impulsar las inversiones brasileñas en la isla con cientos de millones de dólares en créditos, tuvo como plato fuerte el encuentro con Fidel, tras meses sin una imagen suya y en vísperas de unas elecciones al Parlamento que decidirán si el Comandante es reelecto presidente o cede definitivamente sus cargos. Antes de regresar a Brasil, Lula contó sus impresiones: "Si un día enfermo, quiero tener la misma capacidad de hablar que tuvo Fidel conmigo".
Lula manifestó su creencia de que Fidel "pronto se va a recuperar físicamente". En las últimas semanas, Castro planteó que no se "aferrará" al poder ni cerrará el paso a dirigentes más jóvenes, declaraciones que fueron interpretadas en el sentido de que podría entregar definitivamente los cargos que cedió de forma "provisional" a Raúl Castro en julio de 2006, quedando él en un papel más simbólico.
La televisión cubana emitió ayer imágenes del encuentro entre Fidel, que aparece muy delgado y Lula. El diario oficial Granma publica, además, un nuevo artículo del mandatario -y van cerca de 80 desde que cayó enfermo- en el que admite que no disfruta de "la capacidad física necesaria" para hablar "directamente" a los electores en víspera de los comicios del próximo domingo, a los que concurre como candidato a diputado. "Hago lo que puedo: escribo", dice Castro, sugiriendo que ésa será su forma de participar en la vida política en lo adelante. Escribir y dar consejos.
En su artículo pide a los más jóvenes "ver en los procedimientos burocráticos el peor obstáculo", y llama al capitalismo "árbol con raíces podridas". Aunque, admite, hay que "premiar el mérito" de los que más producen, advierte que hay que cuidarse "de los que inventan empresas del Estado con cualquier pretexto y administran después las fáciles ganancias cual si hubiesen sido capitalistas de toda la vida". ¿Aviso para navegantes, cuando la isla se dispone a introducir los "cambios estructurales y de concepto" anunciados por Raúl? Parece claro que, sea reelecto o no presidente, Fidel Castro ejercerá una influencia decisiva en Cuba hasta el último día.
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