El tabaco mata a 3.000 no fumadores cada año
Las pruebas sobre el daño del humo del tabaco en los no fumadores se acumulan. El último cálculo presentado cifra en 1.228 las personas víctimas del vicio de los demás sólo en el trabajo. La cifra pasa de las 3.000 personas (3.237) si se incluyen quienes están sometidos a los malos humos de los demás también en los locales de ocio.
Los autores del estudio, entre los que figuran María José López, de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), y Esteve Fernández, del Instituto Catalán de Oncología (ICO) y coordinador de la Red Catalana de Hospitales sin Humo, insisten en que se trata de unas cifras a la baja, obtenidas a partir de los datos de fallecimientos debidos a dos patologías, el cáncer de pulmón y las enfermedades cardiovasculares, directamente relacionadas con el consumo de tabaco.
Faltan otros tumores y otras dolencias agravadas por la exposición al humo del tabaco, desde el cáncer de próstata hasta las enfermedades cardiorrespiratorias. Por eso afirman que las cifras pueden ser muy superiores.
En el estudio, publicado por la revista Tobacco Control, que pertenece al grupo editorial de la prestigiosa British Medical Journal, no tiene, sin embargo, en cuenta la ley antitabaco que entró en vigor en España en enero de 2006, aunque son un aval para aquella norma.
Hogares y trabajo
Para la primera parte del trabajo -la que se refiere a los fumadores pasivos en el trabajo- se tomaron en cuenta las muertes de personas no fumadoras, y se midió la exposición al humo en sus hogares y en sus puestos de trabajo. Para la segunda se incluyó una estimación a partir de medidas hechas en lugares de ocio.
En el trabajo no se distingue el mayor contrasentido de la ley española: que se protege a toda la población laboral, menos a los empleados de hostelería. Éstos tienen prohibido fumar en sus puestos de trabajo, pero nada evita que respiren el humo que emiten sus clientes.
Ésa es precisamente la batalla emprendida por grupos como el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo: que la prohibición de fumar se extienda a todos los espacios públicos. Es la línea que han seguido países, como Irlanda, Reino Unido, Italia o, este año, Francia. Alemania, Portugal y Turquía también han puesto restricciones.
