Repsol invertirá 3.200 millones para modernizar la refinería de Cartagena

El acercamiento entre la curva de demanda y de oferta y la limitada capacidad de refino son los grandes retos de la industria petrolera. Repsol YPF ha decidido, por ello, dedicar 3.262 millones de euros a ampliar su refinería de Cartagena. El proyecto, hasta el año 2011, será, según destacó ayer la compañía, la mayor inversión industrial realizada hasta el momento en España.

Con el plan inversor, la petrolera pretende duplicar la capacidad de producción de la planta de Cartagena, hasta situarla en 11 millones de toneladas al año (220.000 barriles al día). La refinería se convertirá, al cabo, en una de las más avanzadas y con mayor capacidad de conversión del mundo, según aseguraron fuentes de la compañía.

La construcción de las nuevas instalaciones dará trabajo a más de 6.000 personas (3.000 de ellos encargados del montaje de las instalaciones) y su puesta en funcionamiento reducirá el déficit de gasóleo en España. Ese déficit es un problema creciente dado el aumento del parque automovilístico diésel.

El grupo presidido por Antonio Brufau inscribe la inversión en "su firme apuesta por el desarrollo económico y social del país". La puesta en marcha de la nueva planta está prevista para 2011 y, una vez en operaciones, generará cerca de 700 empleos. El desarrollo del proyecto incluye más de 3,5 millones de horas de ingeniería y 20 millones de horas de construcción.

La nueva refinería se convertirá en uno de los principales enclaves de producción de combustibles limpios para el transporte en España y destacará en destilados medios como el gasóleo, a los que dedicará el 50% de la producción. Repsol, que se encuentra en un proceso de desinversión en activos no estratégicos y que prepara un plan estratégico centrado en el crecimiento orgánico, explica que la ampliación de la planta de Cartagena cumple sus objetivos en la actividad de refino, entre los que figuran la mejora de la capacidad de destilación.

El proyecto forma parte, además, del programa de Repsol para adaptar sus instalaciones a la producción de combustibles limpios para el transporte, impulsar el uso de biocarburantes y mejorar la eficiencia energética. La nueva planta incluirá unidades de destilación atmosférica, de destilación a vacío, de hydrocracking (desintegración de compuestos mediante hidrógeno), de desulfuración y de coquización (descomposición de compuestos del carbón), así como de producción de hidrógeno. Además, tendrá adosada una planta de cogeneración eléctrica de 40 megavatios. En total, la planta dispondrá de 300.000 nuevos metros cúbicos de almacenamiento y ocupará 60 hectáreas de nueva superficie.

Su consumo eléctrico, de acuerdo con los detalles proporcionados por la petrolera, rondará los 70 megavatios y el complejo contará con cerca de 1.000 kilómetros de tuberías y otros 4.500 kilómetros de cable. Repsol calcula que el proyecto concentrará el 18% del empleo industrial de la comarca de Cartagena y aportará al conjunto de la región un valor añadido bruto equivalente al 2,5%.