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Balance de legislatura

Zapatero defiende el entendimiento con CiU y PNV para la estabilidad de España

El presidente sólo asume errores en el AVE y en su optimismo hacia el final de ETA

Una España más fuerte, con mayor bienestar y con nuevas oportunidades. Ése es, en resumen, el legado que, según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han dejado sus casi cuatro años al frente del Ejecutivo. Zapatero exhibió ayer un balance triunfal en el que destacó los descensos del paro y la precariedad laboral, el crecimiento sostenido (al 3,7% de media) y sus éxitos en políticas sociales y nuevos derechos (leyes de dependencia e igualdad y matrimonio homosexual). La autocrítica se redujo a dos asuntos: su augurio sobre el fin del terrorismo la víspera del atentado de la T-4 y el caos ferroviario de Barcelona por las obras del AVE. También lanzó un guiño a CiU y PNV: "Dialogar con ellos es bueno para la estabilidad del país".

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El único error en política antiterrorista que reconoció Zapatero -un "error notable", según admitió él mismo- fueron sus declaraciones del 29 de diciembre de 2006, la víspera de la muerte de los ecuatorianos Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio tras la explosión de un coche bomba en Barajas, en las que, en referencia a la lucha contra ETA, el presidente aseguró: "Dentro de un año estaremos mejor". Sin embargo, declinó cualquier responsabilidad en la ruptura del consenso entre los dos grandes partidos en materia antiterrorista, de la que responsabilizó al PP. "Ha sido la oposición la que ha roto el pacto de no hacer política con el terrorismo", afirmó. "Deseo para todo presidente que tenga el apoyo de la oposición" en este tema. "Es bueno para el país", añadió.

El terrorismo no mereció ni una mención en el balance inicial de Zapatero y sólo habló de ello a preguntas de la prensa. Los estatutos apenas formaron parte de su discurso y luego consideró que sus efectos positivos se apreciarán cuando se contemplen con perspectiva. La comparecencia duró casi dos horas (mucho más de lo habitual) en las que respondió a toda clase de cuestiones. Compareció de pie, tras un atril, y con la vicepresidenta De la Vega y otros cargos de La Moncloa en primera fila. El balance iba acompañado de un resumen de 349 folios sobre el mandato. El líder del PP, Mariano Rajoy, esperó en la sede de Génova a que el presidente terminara para dar su versión sobre el mandato.

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El caos ferroviario de Barcelona provocado por las obras del AVE es el segundo asunto respecto del que hizo autocrítica. "Es justo que los ciudadanos tengan el derecho a que se reconozcan los errores", dijo el presidente que se negó de nuevo a dar una fecha de finalización. También rechazó, por el momento, la destitución de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, reprobada por el Senado por la gestión de esa obra. "No me lo he planteado", aseguró Zapatero, que apuntilló: "Sería absurdo hacerlo en este momento".

El presidente se refirió también a la posible ilegalización de ANV, la mitad de cuyas listas no fueron impugnadas por el Gobierno antes de las elecciones municipales de mayo. "Si alguien vulnera o ha vulnerado la ley no podrá disfrutar de los derechos que la ley otorga para la participación política", advirtió. Después recordó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan a cabo una "investigación exhaustiva" sobre las supuesta relación entre esta formación y Batasuna que siguen muy atentamente la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Respecto a la apertura de un nuevo proceso de paz con ETA, zanjó: "No existe ninguna expectativa de diálogo con la banda terrorista".

Cuando se le preguntó por la posibilidad de pactar con CiU y PNV -formaciones que han acentuado su perfil soberanista en los últimos meses- para formar Gobierno tras el 9 de marzo, el presidente lanzó un guiño a ambas fuerzas: "En interés de la estabilidad del país, los grandes partidos deben tener una buena relación con CiU y PNV". Después pidió "un tiempo razonable" para el nuevo presidente del PNV, Iñigo Urkullu, y restó importancia al distanciamiento de CiU "que está en la oposición en Cataluña". "Tenemos que prestar más atención a los hechos que a las declaraciones", prosiguió el jefe del Ejecutivo, que no se refirió a ERC, uno de sus principales socios durante el mandato que termina.

El que viene, si gana las generales, podría no ser el último que Zapatero permanezca en el poder, porque no se pronunció sobre la posibilidad de limitar su presidencia a dos legislaturas como hizo José María Aznar y ha anunciado que haría Mariano Rajoy. "Voy a pedir la confianza a los ciudadanos para un periodo de cuatro años de Gobierno como lo hice en 2004", se limitó a decir. "De momento, mi objetivo es obtenerlo", añadió.

En política exterior, volvió a defender su papel y el del Rey en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile en la que el Monarca lanzó su polémico "por qué no te callas" al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. "Hicimos lo que teníamos que hacer, que fue no aceptar que un jefe de Estado descalificara en términos duros a un ex presidente del Gobierno de España", subrayó Zapatero.

El presidente dibujó un país "más fuerte" y "con mayor bienestar" gracias a la gestión de los socialistas. "España ha mejorado. Hemos avanzado más que aquéllos con los que competimos. Somos más fuertes", aseguró antes de desgranar los indicadores socioeconómicos más favorables. Primero, el desempleo, que arroja "las cifras más bajas de la democracia" gracias a la creación de tres millones de puestos de trabajo. Después, la precariedad, que ha descendido 2,5 puntos debido a la firma de 910.000 contratos indefinidos en lo que va de mandato. Todo ello aderezado con la subida del salario mínimo interprofesional, acordada de en el Consejo de Ministros de ayer, hasta los 600 euros: 140 euros más que en 2004, cuando ascendía a 460.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y Zapatero siguen por televisión en La Moncloa la comparecencia de Rajoy.
La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y Zapatero siguen por televisión en La Moncloa la comparecencia de Rajoy.efe
El presidente dice que España vive una etapa de intenso crecimiento económicoVídeo: ATLAS

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