Francia solicita repatriar a los condenados del Arca de Zoé

El Gobierno francés ha iniciado los trámites para solicitar la repatriación de los seis franceses condenados por un tribunal de Chad a ocho años de cárcel y trabajos forzados por el secuestro de 103 niños, según informó ayer la ministra de Justicia, Rachida Dati.

Para pedir la repatriación, Dati se ampara en un acuerdo de cooperación firmado por Francia y Chad en 1976. Los seis condenados, miembros de la organización no gubernamental Arca de Zoé, han pedido cumplir pena en territorio francés. Los cooperantes, que llevan en huelga de hambre desde el 7 de diciembre para quejarse de irregularidades en el proceso judicial, ampliaron ayer su protesta: no beberán agua.

"De momento no hemos recibido demanda alguna de traslado", afirmó Albert Pahimi Padacké, ministro de Justicia de Chad. "Además, ¿por qué han de querer marcharse si en una carta dicen que sus condiciones de detención aquí son mejores que en Francia?", ironizó. "Queda por resolver la cuestión de los gastos", añadió. Y entre ellos la demanda de una indemnización de más de seis millones de euros a la ONG, que dice tener en su caja fuerte un total de 51.000 euros.

La sentencia de la justicia chadiana, que ha condenado a las mismas penas de prisión a los franceses pese a sus distintas responsabilidades en el traslado de los menores, ha sido muy mal recibida en Francia, aunque no hay reacción oficial al respecto, salvo un escueto "tomar nota" del Ministerio de Exteriores. Jean-Daniel Levitte, el consejero diplomático del Elíseo, recibió la noche del miércoles (horas después de publicarse el fallo) a los familiares de los condenados.

Falta de independencia

El convenio franco-chadiano prevé que se pueda cumplir condena en el país de origen, pero en este caso se espera que el presidente chadiano, Idriss Déby, tras un tiempo prudencial, perdone a los seis franceses. Tras oír la sentencia, el abogado de El Arca de Zoé, Gilbert Collard, denunció la falta de independencia de la justicia chadiana.

Para Eric Breteau, el bombero que dirige el Arca de Zoé, y sus cinco compañeros, el traslado no significa el final de sus problemas. La justicia francesa tiene abierto un sumario contra la ONG por "ejercicio ilegal de la tarea de intermediario de cara a una adopción", así como por "estafa".