Las clínicas de abortos anuncian un paro en enero

Las clínicas abortistas españolas amenazan con un paro de una semana. Reclaman que cese el "acoso sistemático" al que, denuncian, se están viendo sometidas. No quieren más "inspecciones abusivas" ni "filtraciones interesadas de informaciones falsas".

Y exigen dialogar con las administraciones sanitarias sobre la seguridad jurídica en que ejercen su trabajo.

Los centros privados practican casi el 98% de las intervenciones

Solicitan protección policial para el 28 de diciembre, día de especial riesgo

En una reunión a la que asistieron representantes de la mayoría de los centros privados que practican abortos en España y que se celebró el lunes por la noche, hasta bien entrada la madrugada, en Madrid, las clínicas acordaron que cerrarán sus puertas la semana del 7 al 13 de enero si no cesan las presiones que denuncian. Un paro tan largo es una decisión sin precedentes.

El aborto y los centros que lo practican ocupan, en las dos últimas semanas, las primeras páginas de los periódicos. A las detenciones en las clínicas del doctor Morín en Barcelona se sumó la suspensión de la actividad de dos clínicas madrileñas. El colectivo de clínicas, que desde el principio ha evitado pronunciarse sobre el caso de Barcelona, sin embargo ha cerrado filas en favor de las dos clínicas madrileñas y ha denunciado "inspecciones abusivas" por parte de la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP.

Las inspecciones "abusivas" y las presiones que aseguran que reciben -varias trabajadoras han recibido amenazas de muerte y agresiones- han llevado a estos centros a programar un parón de su actividad. También reclaman más "garantías jurídicas" para los profesionales que practican estas intervenciones. Y muy particularmente exigen el fin de la suspensión de la clínica Mayrit, uno de los centros madrileños cerrados.

Las clínicas privadas practican en España más del 97% de las interrupciones voluntarias del embarazo. El paro, que según las asistentes a la reunión secundaría la gran mayoría de las compañías del sector, supondría una semana prácticamente sin abortos. "Nos preocupan las mujeres que acudan durante esos días, sobre todo las que vayan muy ajustadas de tiempo", declaró ayer Eva Rodríguez Armario, presidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai), la organización mayoritaria, con 33 asociadas.

Los centros han solicitado una reunión con el ministro de Sanidad, Bernat Soria, con el fiscal general del Estado y con el Defensor del Pueblo para analizar la situación actual del sector y sus trabajadores. "Nos sentimos totalmente vulnerables y desprotegidos. No tenemos ninguna garantía de que los acosos y la presión a la que nos vemos sometidos vaya a cesar", dice Empar Pineda, de la clínica madrileña Isadora.

En la reunión del lunes las clínicas crearon una comisión especial en cada una de las comunidades autónomas para dirigirse a las consejerías de sanidad -responsables de las inspecciones- y las delegaciones del gobierno. Aseguran que el problema lo tienen sobre todo en Madrid y otras comunidades gobernadas por el PP. "Lo que está sucediendo en Madrid es ilógico. Por un lado nos envían pacientes a abortar en nuestras clínicas, porque tienen este servicio concertado en muchos casos, y por otro nos acribillan a inspecciones totalmente fuera de lugar", critica Pineda.

"Si a este país no le interesa lo que hacemos, cerraremos", aseguró ayer Eva Rodríguez Armario. "La sociedad tiene que darse cuenta de lo que se está jugando. Las mujeres deben pronunciarse porque un derecho como el del aborto, se está viendo comprometido", dice una portavoz de la clínica Dator, que también secundará el paro.

Los promotores del paro admiten que no tienen "demasiadas esperanzas" de que sus peticiones sean escuchadas. "La ejecutiva del PSOE ha accedido a reunirse con nosotros, pero como partido, y cara al próximo programa electoral, para escuchar nuestras propuestas de reforma de la ley del aborto. Pero no sabemos a qué atenernos porque desde las propias filas socialistas surgen comentarios contradictorios", dice Armario.

La decisión de las clínicas de paralizar su actividad sólo tiene un precedente de menor impacto: a principios de los noventa estos centros cerraron sus puertas durante un día. Protestaban por el encausamiento de 22 mujeres y ocho médicos por practicar abortos en 1986 en una clínica de Málaga, a la que le faltaban seis días para obtener el permiso de Sanidad para ser reconocida como acreditada.

"Estamos viviendo situaciones parecidas a las de aquellos años. Acosos como estos de ahora nos trasladan a la época en la que se aprobó la ley del aborto", dice Armario. Las clínicas han solicitado protección policial para el día 28 de diciembre, la festividad de los santos inocentes en la tradición católica y en la que tradicionalmente sufren agresiones.

Las asociaciones feministas también quieren hacerse oír. El lunes se reunieron algunas organizaciones de mujeres, de planificación familiar y sindicatos. Apoyan a los profesionales en el "acoso al que se están viendo sometidos" y han redactado un manifiesto que se presentará el jueves en varias ciudades de España.