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Crítica:GENERACIÓN DEL 27 | Libros
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Claridad y entusiasmo

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Si excluimos los textos verdaderamente nuevos de esta edición, la obra de Pedro Salinas estaba ya publicada. Sin embargo, es ésta una edición imprescindible, cuyos preparadores presentan un cuerpo de escritura ajustado a la voluntad de su autor. La continuidad cronológica entre creación e impresión, y la conexión entre el escritor y sus lectores, quedaron alteradas en 1936, cuando marchó al Wellesley College ignorando que no retornaría nunca. Ello afectó a su poesía, pero aún más a géneros que, como el teatro, corresponden de plano a la época del exilio. Salinas murió en Boston en 1951, con apenas sesenta años; aunque vivió lo bastante para que su poesía, alumbradora sin luminarias y juvenil sin chisporroteos metafóricos, recibiera el impacto de la segunda Gran Guerra, tras aquella trilogía a modo de cancionero sentimental inspirada por Katherine Whitmore (La voz a ti debida, Razón de amor y, publicado mucho después, Largo lamento), donde logra la máxima conjunción entre ebullición amorosa y transparencia conceptual. Desde ahí su escritura descendió de la plenitud del amor en vilo hasta el infierno atómico del poema Cero, anticipo de los efectos de la bomba antes de la hecatombe de Hiroshima, y correlato del drama Caín y una gloria científica (1945) y de la novela alegórica La bomba increíble (1950). El tremor y la sinrazón de la historia, perceptibles en Todo más claro (1949), se compensan con las estampas oceánicas de El contemplado (1946), libro compuesto, como el anterior, durante la placidez de los años de Puerto Rico.

Obras completas. Volumen I: poesía, narrativa, teatro Volumen II: ensayos completos

Pedro Salinas. Edición de Enric Bou (con

Monserrat Escartín y Andrés Soria Olmedo)

Cátedra. Madrid, 2007

1.600 y 1.536 páginas. 38,50 euros cada uno

Los descuidos acumulados en las sucesivas reimpresiones de su obra hacían exigible una depuración de erratas que atendiera a las primeras ediciones y, cuando no fuera posible (en los textos dados a conocer tras su muerte, como Confianza y Largo lamento), a criterios filológicamente fiables. En las cartas enviadas entre 1932 y 1947 a su amante, la hispanista norteamericana Katherine Whitmore, que sólo han podido consultarse a partir de 1999, hay entreverados varios poemas inéditos, añadidos ahora a su corpus lírico. En la narrativa y el teatro, el trabajo editorial ha consistido en restituir el estado primitivo del texto, aun cuando ello supusiera, en el caso de este autor que dejó la corrección de pruebas en manos de terceros, respetar las acometidas de un ritmo "más atento a los efectos sonoros que a las leyes de la sintaxis", en palabras de Bou.

Otras son las circunstancias del segundo volumen de esta edición, que contiene la faceta del profesor volcado a la tarea de ayudar a leer a estudiantes y estudiosos, en la línea del New Criticism. En lo básico, los responsables reproducen los Ensayos completos (Taurus, 1983), y aunque incorporan algunos inéditos, rehúsan incluir borradores irrelevantes u otros materiales de ocasión. Lo contrario habría quebrantado el deseo de Salinas, quien en carta a Guillén confesaba detestar "la arrebañadura literaria, para hacer bulto bibliográfico"; un rechazo no menos intenso que el que le producían los scholars de ostentoso aparato erudito y escasa sensibilidad lírica, quienes lo consideraban, pensaba él, "como a un poeta, o crítico impresionista, es decir sin patas, o footnotes".

Se anuncia inmediato, además, el tercer volumen de esta obra, dedicado a la correspondencia. Basta leer la Correspondencia Salinas-Guillén (Tusquets, 1992) o las Cartas a Katherine Whitmore (Tusquets, 2002) para comprender la importancia del Salinas epistológrafo. A la espera de ese volumen final, es ésta una edición, en fin, que, aunque enésima, en varios aspectos es la primera de un autor en el que se conjuntan armónicamente la claridad y el entusiasmo. -

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