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Real Madrid RMA
96
Milan MIL
89
1234T
RMA 31 23 24 18 96
MIL 16 25 22 26 89
FINALIZADO

El Madrid contiene a Mirotic y continúa su escalada

El conjunto blanco vence al Olimpia Milán (96-89) y encara al alza el final de la fase regular, aunque cede la diferencia particular de puntos

Edy Tavares
Juan Morenilla

El Madrid ha cogido velocidad en la parte decisiva de la temporada. El conjunto blanco derrotó con mano firme al Olimpia Milán y siguió su escalada en la Euroliga cuando restan tres jornadas para el final de la fase regular (París en casa y dos visitas a Belgrado, a Estrella Roja y Partizán, es lo que les espera). El músculo en el rebote (16 capturas más), la mejoría en el triple y el brillo de Musa (21 puntos) y Tavares (19 y siete rebotes) certificaron el triunfo ante el equipo dirigido por Ettore Messina y liderado por Nikola Mirotic (14 puntos). El exmadridista y exazulgrana fue pitado con la misma intensidad con que fue ovacionado Causeur en la vuelta a su antigua casa. El Madrid se dejó de sentimentalismos y abrochó una victoria de gran peso ante un rival directo por entrar en las eliminatorias por el título, aunque se le escapó por un dedo la diferencia particular de puntos: venció por siete, 96-89, cuando en la primera vuelta cayó por nueve en Milán (85-76).

El típico mate de Tavares abrió el baile de los blancos, otra vez lanzados en el amanecer del encuentro. Entre el gigante y un Garuba que parece otro, más fresco de piernas y de cabeza, el Madrid apretó a fondo el acelerador (12-3). Abalde percutía en el perímetro y Deck aportaba esa energía que el conjunto de Chus Mateo echó de menos cuando el argentino estaba lesionado. El Milán solo probó una canasta en juego en los primeros cuatro minutos, incapaz de contener a un rival que corría impulsado por Campazzo y que levantó un muro en defensa. Garuba y Tavares se ponían morados en la zona (24-9), Bruno Fernando tomó el relevo interior y los madridistas alcanzaron el descanso sin apreturas: 31-16.

Sin Campazzo ni Tavares, el Madrid encaró uno de esos tramos de resistencia más que de dominio. Tampoco el Milán exigía más de la cuenta porque su merecida fama de triplista se había extinguido (10 primeros intentos fallados) y en cambio sí acertaban en la distancia Musa, Llull y Feliz (45-30). El tiempo corría en contra del equipo italiano y Messina demandó al menos más velocidad en los ataques para evitar que los blancos situaran a tiempo sus piezas en el tablero. Shields esprintó y entonces comenzaron a besar la red los triples del Olimpia, tres seguidos de Mannion, Shields y Leday. A eso se enganchaba el Milán cuando Llull hizo lo de siempre, un triple en la última décima del segundo cuarto para abrir la herida (54-41) y superar a Navarro como el cuarto máximo anotador en la historia de la Euroliga (por delante, Mike James, De Colo y Spanoulis).

El dúo Campazzo-Tavares jugaba al tuya-mía. El Milán, a pegar más bocados desde lejos, ahora Leday y Causeur. De fallarlo todo a no fallar una por esos misterios del baloncesto. Había despertado además Leday. Garuba se ganó una antideportiva por empujar a Mirotic y el hispano-montenegrino enlazó los tiros libres con un triple para apretar la noche. Era su momento (63-59). Los blancos sumaban varias pérdidas en uno de esos paréntesis de desconexión y al rescate acudieron Campazzo con un bingo lejano y una poderosa penetración y Tavares como señor bajo el tablero. El Madrid es otro cuando el Facu lee la partitura. El base devolvió el partido a sus dominios (78-63).

El Milán tuvo su oportunidad, unos minutos en los que el Madrid andaba desconcertado. Se acercó pero perdonó el zarpazo y a estas alturas y con lo que hay en juego eso es una sentencia definitiva. Los blancos pudieron gestionar la renta en el último cuarto gracias al acierto de Musa y a la prisas del equipo de Messina. Solo la rebeldía de Mirotic, con un tiro exterior en el último suspiro, alivió algo al Milán. En el Madrid también se ganaron los focos los actores secundarios, otra buena noticia cuando cada partido en Europa es una cita con mayúsculas. El viernes, otra final contra el Estrella Roja.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.
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