La Habana mira a Caracas

En Cuba había ayer dos temas electorales de rabiosa actualidad. El primero, el referéndum de Venezuela, que el Gobierno cubano ha seguido con mucha atención, casi como un asunto de política interna, porque lo es. Segundo, la presentación de las listas de candidatos que concurrirán el 20 de enero a las elecciones al Parlamento cubano, que debe elegir a un nuevo presidente del Consejo de Estado y de Ministros antes del 5 de marzo. Fidel Castro está en dichas listas. Significa que los que pensaban que había llegado la hora de su jubilación política deben esperar.

Castro no aparece en público desde hace 16 meses. El líder comunista no ha logrado restablecerse de una grave dolencia intestinal por la que ha sido intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones y que le obligó, el 31 de julio de 2006, a ceder todos sus cargos y responsabilidades al jefe del Ejército, su hermano Raúl, y un equipo de seis dirigentes cubanos. Algunos analistas y diplomáticos, no así la mayoría de los cubanos, creyeron que Castro renunciaría a postularse a las elecciones del 20 de enero, poniendo fin a la "provisionalidad" del Gobierno de su hermano Raúl.

Su nominación, ayer, como candidato por un municipio de Santiago de Cuba no implica la renovación de su mandato como máxima autoridad de la isla, pero su exclusión hubiera supuesto su separación formal del ejercicio del poder después de 50 años. Una vez nominado, su elección como diputado es segura; pero será en marzo, al constituirse la Asamblea Nacional, integrada por 614 parlamentarios, cuando se elegirá un nuevo Consejo de Estado de 31 miembros y se sabrá si el comandante sigue como presidente del Gobierno y del Estado por cinco años más.

Hasta ahora, nunca había habido duda. En todos los comicios generales al Parlamento celebrados desde 1976, la elección de Fidel Castro, y la concentración de los principales cargos de poder en sus manos, quedaba fuera de discusión. Sin embargo, el escenario político ahora es diferente. Castro, de 81 años, convalece desde hace 16 meses de una grave enfermedad, y no parece que pueda recuperarse. Alejado del día a día político, pero presente a través de artículos y "reflexiones" que escribe en la prensa oficial, el líder cubano ejerce de consejero y referente simbólico, mientras el Gobierno interino de Raúl lleva las riendas del país. Raúl Castro ha anunciado la introducción de "cambios estructurales y de concepto" en la economía y ha convocado a un gran debate nacional, cuyo objetivo es repensar el modelo socialista y reformarlo para que la revolución sobreviva.

Se espera que los anunciados cambios arranquen con la nueva legislatura, en marzo; de ahí la importancia del equipo de gobierno que se forme ahora, pues éste será el Gabinete del cambio, sea cual sea este cambio.

De momento, Fidel Castro es candidato. Y desde su tribuna en el diario Granma, esta semana advirtió a sus compatriotas de la importancia de otras elecciones: las de Venezuela. De allí procede el grueso de los suministros de petróleo de la isla.