El templo ortodoxo de Altea carece de licencia

La iglesia ortodoxa de Altea no tiene proyecto aprobado, carece de licencia y un complejo anexo está fuera de ordenación. La Confederación Hidrográfica del Júcar ha abierto, además, un expediente por invadir suelo de dominio público hidráulico en el barranco de Campomanes y el Ministerio de Fomento ha pedido informes al constatar que el templo se levanta en la zona de la futura circunvalación de la N-332 en Altea.

El equipo de gobierno local ha pedido a la empresa promotora que entregue toda la documentación solicitada. Aseguran que el cúmulo de irregularidades es tal que será difícil evitar su demolición. Según el expediente que figura en el departamento de Urbanismo, el proyecto se presentó el 24 de noviembre de 2004 y el 11 de marzo de 2005 los servicios técnicos de urbanismo notificaron las deficiencias a subsanar. Desde entonces, ni la empresa constructora, Vera Botsko, ni la asociación religiosa han entregado al Consistorio la documentación solicitada.

Paralelamente, y sin mediar solicitud de permiso, según los actuales responsables municipales, la misma empresa levantó un templo bautismal con una zona acuática para bautizar a los adultos, la casa del sacerdote y un estudio para salón social, comedor, catequesis, colegio y sala de exposiciones. La construcción está fuera de ordenación. El Ayuntamiento advirtió la presencia de esta estructura y el 17 de enero de 2007 notificó la suspensión de las obras. "Si la empresa y la asociación no atienden a los requerimientos, se procederá al derribo de las construcciones", señaló la concejal de Urbanismo, Verónica López. Un portavoz de la Iglesia rusa y la firma constructora han declinado hacer declaraciones.