Besos y abrazos literarios en honor de Maqroll el Gaviero
La Feria rinde homenaje a Álvaro Mutis en presencia de García Márquez
Y un aplauso de estadio confirmó que a las seis de la tarde empieza la hora feliz, la hora de las risas y de burlarse de la vida. La que instauró Álvaro Mutis cuando agradecieron su obra y evocaron su vida de oleaje. Más de 2.000 personas rieron con él a cuenta de la lectura de un texto de su amigo Gabriel García Márquez, junto a él, y que leyó el ex presidente colombiano Belisario Betancur, durante el homenaje que le rindió el domingo la 21ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
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Sólo faltó Maqroll. Aunque no sería extraño que la sala Juan Rulfo le hubiera reservado un escondrijo a este personaje literario. En cualquier caso, su creador, Álvaro Mutis (Bogotá, 1923), prometió emocionado que le contaría todo esto: "Estoy ahora sintiendo toda esa ola maravillosa de cariño, firme, certero, auténtico. Como dicen los famosos oradores, no tengo palabras. Estoy muy conmocionado y sólo me queda contarle un día a Maqroll toda esta tarde magnífica que hemos pasado ustedes y yo". Y los aplausos lo acompañaron hasta que se fue con sus amigos García Márquez, Álvaro Castaño Castillo y Betancur, los escritores Jorge Volpi e Ignacio Padilla y la ministra de Cultura de Colombia, Paula Marcela Moreno Zapata, que presidían la mesa.
Aunque García Márquez sólo habló para decir "¡Cuánto queremos a Mutis!", con el fin de no volver a romper el pacto que tienen juntos de no hablar en público el uno del otro ni bien ni mal.
Pero afortunadamente sí lo rompió con la lectura que hizo Betancur del texto que el propio Nobel de Aracataca escribió y leyó 14 años atrás cuando Mutis cumplió 70 años. Allí evoca su amistad y algunas de las anécdotas más simpáticas de ambos, de esos dos amigos que delante de todos se hacían miradas cómplices, reían, se quedaban serios y procuraban no mirarse para no reír de nuevo ante esos recuerdos.
Contaron que un día Mutis debía presentar a unas señoras de la alta sociedad un documental de niños huérfanos y se equivocó y les puso una comedia pornográfica de monjas y soldados. Recordaron que estando juntos un día los rondó la muerte. Iban por la Provenza con sus esposas en un coche que conducía Gabriel García Márquez cuando un conductor se les vino encima y él no tuvo más remedio que girar bruscamente.
Es la vida de un Álvaro Mutis que empezó a escribir a los 15 años, que se fue a vivir a México hace más de medio siglo, que estuvo feliz unos meses en la cárcel por líos de dinero, que ha cargado hasta un muerto rico en el ataúd más pobre, que creó a ese navegante de la vida sin tiempo llamado Maqroll el Gaviero, que ha ganado los premios Cervantes, Príncipe de Asturias y Reina Sofía de Poesía y que desde hace cinco años no escribe porque lo hace por inspiración. El colombiano que no hay día que no se acuerde de su país y su vida allá.
Babelia
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