Dolor en Lausana
La extrema gravedad del estado de salud de Maurice Béjart era, desde hace días, un secreto a voces en Suiza. Se sabía que el maestro estaba internado en el Hospital Universitario de Lausana debido a graves problemas cardiacos y renales. Pero no por predecible el trágico desenlace ha causado menos conmoción en su país adoptivo.
Instalado desde 1987 en Suiza, es aquí donde el coreógrafo marsellés fundó el Béjart Ballet Lausanne (BBL) y la Escuela Atelier Rudra. "Las más de cien personas que integran el BBL están en estado de shock", destacó un directivo del BBL. El lazo que unía a Béjart y Lausana fue enfatizado ayer por Silvia Zamora, concejal de Cultura de la ciudad, quien comentó que "Lausana siente una enorme tristeza ante su desaparición". Por su parte, el ministro suizo de la Cultura, Pascal Couchepin, no dudó en calificar al coreógrafo de "monstruo sagrado".
En España, el ministro de Cultura, César Antonio Molina, lamentó igualmente su desaparición. "Es una gran pérdida", comentó tras recordar que Béjart fue distinguido por el Ministerio de Cultura con la Medalla de Oro de las Bellas Artes 2007. El vínculo de Maurice Béjart con el mundo de habla hispana queda patente al comprobar que entre los bailarines de su troupe destacan artistas como los primeros bailarines españoles Ruth Miró, Elisabet Rós o Víctor Jiménez, así como diversos miembros de origen argentino o centroamericano.
En la noche de ayer, los informativos de la televisión suiza se dedicaron casi en exclusiva a glosar la figura del genio de la danza, mientras la concejal Zamora afirmaba que "el futuro del BBL queda garantizado por, al menos, tres años dado el contrato que les une a Lausana". Según todos los pronósticos, el sucesor natural de Maurice Béjart sería Gil Roman, actual director adjunto del BBL y primer bailarín estrella de la compañía. Converso al islam, Béjart será enterrado en las próximas 24 horas según el rito musulmán, según señalaron fuentes de su entorno.
Hasta el último minuto Béjart se ocupó de "su" compañía, dado que, desde su cama de hospital seguía dirigiendo los ensayos de la que será su obra póstuma, La vuelta al mundo en 80 minutos. Incluso salió brevemente del hospital para asistir a una última representación. Esta creación debería ver la luz en diciembre, antes de viajar a París en 2008. La bailarina italiana Carla Franci, de 71 años, resumió el sentimiento general al afirmar: "Hoy ha muerto el dios de la danza".
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