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El 'Guantánamo' de Yamena, la mejor opción posible

La prisión donde están detenidos los europeos acusados en el proceso Arca de Zoé es conocida popularmente entre los ciudadanos de Yamena como Guantánamo. El recinto no es precisamente un hotel de lujo. Las celdas son pequeñas (unos 10 metros cuadrados), cada una tiene cinco camastros de ladrillo (los europeos se las reparten de cuatro en cuatro). Se trata de un edificio más o menos nuevo (fue inaugurado a finales de 2005), situado dentro del enorme recinto de la vieja prisión (la Maison d'Arrete, la Casa de Arresto) pero aislado del edificio principal, donde se hacinan cerca de mil presos que ocupan un espacio destinado a 400.

La noche del viernes, la cadena televisiva France 24 consiguió un permiso oficial para entrar en la prisión. No pudieron filmar a los europeos detenidos, pero vieron las dependencias. La periodista Virginia Herz, jefa del equipo, cuenta que Guantánamo es duro, caluroso, estrecho y oscuro, pero no el fin del mundo: "Desde luego no es un hotel de cinco estrellas, pero tampoco es un lugar insoportable", asegura la periodista.

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El pequeño edificio (ocho celdas y una ducha aparte) está destinado a los criminales condenados a muerte y está considerado como una cárcel de máxima seguridad, aunque ya se han producido dos fugas. El espacio está dividido en dos módulos separados. Los 16 europeos duermen en uno de ellos y en el otro lado están, según explica Daniel Ralongar, redactor del medio local D'Jamena Hébdo, "ocho o diez reclusos peligrosos, condenados a muerte por crímenes graves".

Todo eso suena duro, y los detenidos españoles han hecho oír su preocupación por la nueva situación, pero la impresión objetiva es que, para tratarse de una cárcel en Chad, uno de los países más pobres del mundo, Guantánamo es la mejor opción posible, dadas las gravísimas circunstancias, para la seguridad de los europeos.

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"Están mucho mejor ahí que con los demás presos", afirma lacónico Philippe Houssiné, el abogado que representa al Estado chadiano en el proceso contra El Arca de Zoé, acusada de secuestrar a 103 niños. Más diplomática, la embajadora española en Camerún, María Jesús Alonso, explica que, aunque el Gobierno de Chad aún no ha permitido al cónsul Vicente Más ver la prisión, sí ha garantizado que "se ha hecho todo lo posible para que los detenidos tengan las mejores condiciones posibles de confort y seguridad". En román paladino: les han facilitado colchones, mantas y almohadas, y están aislados de los vecinos del corredor de la muerte.

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