El Arca de Zoé engañó a las autoridades de Chad
La ONG francesa hizo creer que iba a construir un centro médico para niños en el país africano
La ONG El Arca de Zoé engañó al Gobierno de Chad haciéndole creer que su intención era construir en ese país africano "un centro de acogida de emergencia para niños aislados" y unos equipamientos médicos. El diario Le Parisien reproducía ayer una serie de documentos con el membrete de Children Rescue (Rescate de Niños), el nombre tras el que El Arca de Zoé operaba en Chad, en los que su presidente, Eric Breteau, fijaba los objetivos de la misión Operación Darfur 2007: la instalación del citado centro por un periodo de dos años.
En otro documento, Breteau señalaba que el transporte de los supuestos huérfanos se efectuaría por medio de los aviones Transalla del Ejército francés, y pedía a las "autoridades francesas y chadianas" apoyo y ayuda "para el buen desarrollo de esta operación humanitaria de urgencia en favor de los niños en situación de gran vulnerabilidad". Una descripción de su misión que nada tenía que ver con la que se habían fijado los miembros de la organización -sacar de la zona a 10.000 huérfanos-, ni tampoco con la que se había transmitido a las familias dispuestas a acoger a estos niños, que habían pagado por anticipado hasta 2.400 euros en concepto de gastos logísticos y que, en muchos casos, confiaban en poder adoptarlos.
Estas familias, que esperaban la semana pasada en el aeropuerto de Reims la llegada del avión y que tras el fracaso de la operación se manifestaron frente a la Embajada de Chad en París, se habían mantenido en silencio. Pero ayer, el diario L'Indépendant, de Perpiñán, publicaba una entrevista con una pareja del sur de Francia que ha decidido demandar a El Arca de Zoé por estafa.
Desde el anonimato, ya que temen las represalias del Colectivo de las Familias por los Huérfanos de Darfur (Cofod, en sus siglas en francés), esa pareja denuncia el "mecanismo sectario" de la organización y la "manipulación" a la que fueron sometidas las familias que se inscribieron en la operación para albergar a los niños que debían llegar a Francia. Todo funcionaba a través de Internet, explican, incluido el formulario que había que descargar y rellenar. El cheque se mandaba por correo. Los mensajes que recibían eran metafóricos, la consigna era que ninguna noticia debía salir del círculo de los iniciados para no estropear la operación.
El Gobierno francés se muestra relativamente optimista sobre el futuro de los detenidos en Chad. "Intentamos, primero, sacar de allí a los periodistas y al personal de la tripulación", dijo ayer el portavoz del Elíseo, David Martinon, en referencia al personal español auxiliar de vuelo. "Ésa es nuestra prioridad". Francia y Chad, añadió, "dialogan sobre el conjunto de las cuestiones judiciales; examinamos los textos, examinamos los acuerdos y queremos que nadie pierda la cara. Es la mejor manera de avanzar".
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