El genoma del gato permitirá investigar enfermedades humanas
Un gato abisinio de cuatro años llamado Canela ya dispone de su genoma completo. Ha sido secuenciado en el laboratorio Cold Spring Harbor (que presidió hasta hace unos días el premio Nobel James Watson) y es el primer genoma de un gato doméstico (Felis catus) y el séptimo de un mamífero, incluidos los del ser humano y el chimpancé. Canela vive en una colonia de gatos de la Universidad de Misuri-Columbia y su linaje puede rastrearse varias generaciones atrás hasta Suecia. La información puede servir para investigar enfermedades humanas.
Los investigadores han identificado en la secuencia 20.825 genes, pocos menos de los que componen el genoma humano, y lo publican en la revista Genome Research. Para conseguirlo han comparado la secuencia completa con las de los otros mamíferos secuenciados, entre ellos la rata, el perro, el ratón y la vaca. La comparación también reveló cientos de reordenamientos cromosómicos que se han producido entre los diferentes linajes de mamíferos desde que divergieron de un ancestro común hace unos 100 millones de años.
Modelo humano
Los investigadores esperan que el análisis del genoma conduzca a beneficios para la salud de los gatos domésticos pero también para la salud humana. Los gatos domésticos poseen 250 trastornos hereditarios, muchos similares a las patologías genéticas humanas. Así, la raza de Canela tiene una mutación genética que causa retinitis pigmentaria, una enfermedad degenerativa de los ojos que también afecta a los humanos y que puede causar ceguera.
El gato doméstico también sirve de modelo para enfermedades infecciosas humanas como sida, ya que a estos animales les afecta el virus de la inmunodeficiencia felina, un virus de la familia genética del VIH.
Los investigadores identificaron en el genoma del gato varios cientos de miles de variantes genómicas que pueden ser utilizadas para determinar las bases genéticas de enfermedades hereditarias comunes. Estas variantes pueden ser útiles para pruebas de parentesco, análisis forenses y estudios de evolución que incluyen, por ejemplo, la reconstrucción de los procesos de domesticación. Sin olvidar la importancia económica de definir genéticamente las diferentes razas de gatos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.