Los freseros ajustan la demanda de braceros a los requisitos del Gobierno

No hubo pulso entre las asociaciones agrarias onubenses y el Gobierno. Los empresarios han hecho caso a la Subdelegación en Huelva y han aumentado el cupo de trabajadores contratados en origen marroquíes, búlgaros y ucranios hasta llegar a los 3.767 nuevos braceros. Se solventa así, en parte, el problema provocado por los mismos agricultores que sobrepasaron en 7.000 el número de peones rumanos que podían pedir. Al reducirse el grueso final de los temporeros inmigrantes -en su mayoría mujeres- de 40.298 a 36.653, las cuentas terminan cuadrando y satisfaciendo tanto al Gobierno como a los empresarios.

Senegal se suma a los países que envían trabajadores con contratos en origen

Los 7.000 rumanos que no podían ser contratados formaban parte de un contingente de nuevos trabajadores. En la primera petición, los empresarios agrícolas habían reclamaban la llegada de casi 11.000 de estos nuevos peones, mientras que las autoridades rumanas sólo permiten la salida de 4.000. La principal asociación agraria, Freshuelva, reconoció que la mayoría de los agricultores sabía que el cupo de rumanos se había reducido considerablemente en relación con años anteriores. Aun así, la mayoría optó por volver a pedir trabajadores de esta nacionalidad. La razón, según Freshuelva, se debía a la experiencia positiva que durante años ha dado esta mano de obra.

Pero el deseo de los freseros se ha dado de bruces con la realidad. El Gobierno lo dijo claro: sobraban 7.000 rumanos. La solución era predecible, Marruecos, Bulgaria y Ucrania, -país que se estrena en la dinámica migratoria de contratos en origen-, solventarían, en parte, la diferencia. De esta manera, los contingentes marroquíes han aumentado de 9.272 a 11.172 (un incremento de 1.900 trabajadores). Bulgaria suma 749 temporeros más a los 4.621 que había pedido originalmente (resultando un total de 5.370). Y Ucrania pasa de 3.089 a 4.207 braceros. En todo caso, Rumanía seguirá siendo la nación más representada en los cultivos onubenses, con 15.751 trabajadores, en su mayoría repetidores de campañas pasadas.

Una de las novedades más destacables este año es Senegal. Desde allí viajarán 172 trabajadores contratados en origen. Se trata de una experiencia piloto con un país africano que se perfila como una fuente de mano de obra en el futuro. Tanto es así, que representantes del sector agrario trabajan ya con la Secretaría de Estado para la Inmigración para permitir que, en los próximos meses, una embajada de representantes de las principales asociaciones de Huelva viaje a Senegal, se reúna con las autoridades y estreche lazos para tratar de aumentar futuros contingentes.

Con la autorización definitiva para que 36.653 trabajadores extranjeros acudan a Huelva, aumenta en más de 6.000 los inmigrantes con respecto al año pasado. Entonces, la Subdelegación autorizó la contratación de 29.044. Pero no se contó con los problemas que iban a provocar los responsables rumanos que impidieron, por sorpresa, la llegada de unos 7.000 trabajadores de ese país. La repentina carencia se solventó con la contratación de más marroquíes y búlgaros.