El cebo es delito en El Callao
Perú retiene 110 días a un buque gallego por "contrabando de pescado"
La armadora coruñesa Pesquera F. Pino ha perdido casi un millón de euros por la retención en el puerto peruano de El Callao de su buque Radoche Primero. El barco permaneció incautado por la Tercera Fiscalía Superior de El Callao durante 110 días, entre el 9 de julio y el 26 de octubre, por un supuesto delito de contrabando de caballa y pota. Lo más extraño es que el Radoche Primero no pesca caballa ni pota. Peor aún: una vez decomisado, el alijo desapareció; y ni la aduana peruana ni la Fiscalía de El Callao han explicado qué ha sido del supuesto contrabando (extraoficialmente sugirieron que se había entregado a las víctimas del terremoto de agosto).
Lo que sucedió tiene más que ver con la corrupción portuaria que con la caballa y la pota. Cuando el viernes pasado el Radoche Primero fue liberado por la fiscal Rosa Victoria Valdivia Yaranga, el caso ya estaba en manos del secretario general de Pesca español, Juan Carlos Martín Fragueiro, y del gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, José Ramón Fuertes.
Pesquera F. Pino pedirá una indemnización por daños en El Callao
"Si en vez de carnada es pescado, iban todos presos", dice el armador
"Llevamos 7 años pescando pez espada y tiburones en esa zona del Pacífico y usamos la caballa como cebo. ¡Menudo negocio haríamos con esa carnada: la mandamos desde Galicia y nos cuesta a euro el kilo, cuando en Perú se vende a 10 céntimos el kilo!", explica Domingo Fernández Pino, el propietario del buque. El armador está indignado. El barco ya ha vuelto a la mar, pero uno de sus sobrinos, Ramón Fernández Portilla, ha quedado imputado. El otro, Ignacio, está en A Coruña, porque desembarcó en la marea anterior.
El laberinto peruano del Radoche Primero comenzó el 2 de julio. Desde hace seis años, después de cada marea, el buque coruñés recala en El Callao; descarga la pesca de cuatro meses (unas 200 toneladas de pez espada, marrajo y quenlla), que es enviada a Vigo para ser subastada en la Lonja de Altura. En esta ocasión, el barco debía ser reparado y pintado, por lo que descargó su cebo sobrante (23.055 kilogramos de caballa y 1.731 kilos de pota) en un frigorífico.
La Fiscalía de Delitos Aduaneros del Callao asegura haber recibido una llamada anónima que le avisó de un camión con pescado de contrabando. Efectivamente, el cebo carecía de los papeles de importación, y Aduanas intervino la carga el 9 de julio. La caballa y la pota desaparecieron del frigorífico el 14 de agosto, un día antes del último gran terremoto de Perú.
"Hemos sufrido un calvario. Nos marearon, nos pidieron dinero, nos decían que enseguida soltarían el barco... Está bien claro lo que pasó. Si en vez de ser carnada es pescado, nos meten a todos presos", se lamenta Domingo Fernández.
"No tiene ningún sentido. Cualquiera en el sector sabe que un barco de estos lleva 90 o 100 toneladas de caballa como carnada. Va a puerto a reparar y a dejar la sobra de la carnada (25.000 kilos) y ¡se queda 110 días retenido porque nadie es capaz de explicar a Aduanas lo del cebo!", expone José Ramón Fuertes, gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo. Como el Radoche Primero hay otros 25 grandes palangreros gallegos pescando pez espada y tiburón en aguas internacionales del Pacífico sur. Hasta hace 7 años descargaban en Chile y ahora lo hacen en Perú. Es pesca de superficie intensiva, en la que el buque maximiza su productividad faenando durante todo el año. Pesca, descarga en El Callao, envía a Vigo en congeladores y comercializa para todo el mundo. Pero el palangre necesita cebo.
Pesquera F. Pino presentará una demanda judicial en El Callao por daños y perjuicios por los 110 días sin poder pescar. Y por la carnada.
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