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Reportaje:

Cordones umbilicales a la fuga

El intento de regular los bancos privados bajo el criterio de las donaciones choca con una realidad tozuda: las familias optan por enviar las muestras al extranjero

La norma que iba a permitir la creación de bancos privados de cordones umbilicales en España está fracasando. El real decreto que aprobó el Gobierno, y que entrará en vigor el 11 de noviembre se sostenía sobre los criterios de las donaciones de órganos, por los cuales todas las células madre umbilicales conservadas estarían a disposición de aquel que lo necesitase.

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Pero la realidad es tozuda. Los bancos privados que operan en España están enviando todos los cordones que almacenan de bebés españoles al exterior, a salvo de esta regulación. Y es que el deseo de las familias para tener una esperanza para su bebé en caso de enfermedad ha colocado fuera del país unas 10.000 muestras con nombre y apellido. "Si el cliente paga, lo quiere sólo para él, por si alguna vez sirve como tratamiento terapéutico a una enfermedad de su bebé", afirma Guillermo Muñoz, director del banco privado Criocord. "Además, hay mucha gente con problemas familiares que no tienen solución, y ahí depositan su esperanza. No tienen sentido las restricciones de la legislación. Obligan a donar las muestras a un banco público forzosamente".

Las empresas nunca han estado de acuerdo con esta legislación que consideran demasiado restrictiva y poco rentable, así que casi todas las compañías prestan el mismo servicio que ofrecían antes de la norma del Gobierno: enviar las células a países como Bélgica, Reino Unido o Alemania, donde las restricciones son menores y hay varios bancos privados asentados.

Congelar las células madre del cordón umbilical de un recién nacido es algo que se hace desde principios de los años 90. Se trata de una actividad vinculada al avance de la medicina regenerativa que investiga las posibilidades de las células madre, es decir, células primigenias capaces de convertirse en tejidos y en nuevas células sanas para usarlas con fines terapéuticos.

A partir de ahí los debates giran en torno a la forma de guardar la sangre umbilical (en bancos públicos o privados) y el grado de utilidad que puede tener esta actividad. En España, nacen cada año 450.000 bebés. Según la Organización Nacional de Transplantes, no tiene sentido guardarlos todos. Los objetivos del Plan Nacional de Bancos de Cordón Umbilical, los llamados bancos públicos de cordón, tienen como objetivo guardar las células de 5.000 recién nacidos cada año, durante los próximos 8 años hasta alcanzar la cantidad que se considera necesario para tener una reserva tipificada y suficiente para dar respuesta a la demanda de trasplantes en España.

Decidir si un cordón se conserva o no depende de criterios de calidad que marca cada comunidad y que se están intentando unificar con el nuevo plan. El objetivo de la ley es "conservar los mejores cordones y que estén a disposición de todos", explica Rafael Matesanz, director de la ONT.

Quienes quieren guardar las células de su hijo exclusivamente para uso autólogo, es decir, transplantarlas en el mismo bebé si éste tiene una enfermedad en el futuro, tienen que recurrir a los bancos privados y abonar unos 1.500 euros por todo el proceso. Éste es el principal argumento de estas empresas, la mayoría de las cuales son compañías que ofrecen la posibilidad de enviar la sangre al extranjero.

Actualmente, las células madre de cordón umbilical se están utilizando para tratar 20 enfermedades, la que más la leucemia. "Las enfermedades en las que se está aplicando son hematológicas y congénitas, por lo que la inmensa mayoría de donantes no pueden ser trasplantados con su propio cordón, porque llevan la enfermedad en sus propias células", afirma Matesanz.

Los bancos de cordón públicos funcionan igual que los bancos de sangre. Tras caracterizar la donación, el cordón se congela y se almacena en el banco, quedando incorporado a la red internacional de donantes, Netcord, y por lo tanto a disposición de todo el mundo.

En el banco público, el acceso al propio cordón sólo es posible en los casos que el real decreto califica como donación dirigida, es decir, donaciones que quedarían blindadas para uso de la propia familia porque los padres pueden acreditar que existen antecedentes de alguna enfermedad genética como, por ejemplo, la anemia de fanconi. En los bancos privados, el donante siempre tiene acceso a su propio cordón, que no comparte con las redes públicas de trasplantes.

También existen discrepancias entre algunos miembros de la comunidad científica y las autoridades sanitarias. Carlos Martínez, presidente del CSIC, es partidario de guardar todos los cordones umbilicales porque cree que su utilidad está cercana. Recuerda que "hace tres años nadie predecía otros muchos adelantos el campo de la biomedicina". "Es posible que a partir de estas células del cordón umbilical se puedan generar células reguladoras del sistema inmune, cuya ausencia está implicada en la aparición de enfermedades autoinmunes, como por ejemplo la esclerosis múltiple, la diabetes tipo 1 o la artritis reumatoide, para lo que sólo se pueden utilizar células propias", explica.

Sin embargo, para el director de la ONT las decisiones políticas tan sólo están justificadas a partir de lo que la ciencia ya ha demostrado como posible: "No existen evidencias científicas que justifiquen guardar todos los cordones", ya que por el momento, en el mundo se han hecho 7.000 trasplantes con células de cordón umbilical provenientes de terceros, y sólo 4 con cordón umbilical del propio paciente "con dudoso éxito", explica.

Con el decreto en vigor, los bancos privados sólo estarán permitidos cuando tengan acuerdos suscritos con la maternidad en la que quieran trabajar, aprobados por la comunidad autónoma donde se encuentren. Todas las maternidades deberán seguir un plan de formación para poder firmar estos acuerdos. En todo el mundo hay 250.000 cordones en bancos públicos, y unos 600.000 en bancos privados, explica Matesanz.

En estos momentos, en España tan sólo hay dos bancos privados autorizados por las autoridades sanitarias para guardar las células en bancos instalados en España: Vida Cord y Crio-Cord. La primera empresa asegura que el 80% de las muestras guardadas las envían a Varsovia y tan sólo un 20% se queda en Madrid. Crio-cord, por su parte, señala que esa proporción en su caso es de un 100%, favorable al banco que tienen en Bruselas. Las otras tres empresas que ofrecen a las familias españolas la posibilidad de enviar las células al extranjero ni siquiera han intentado crear bancos en España. "No tiene sentido", señalan desde Smart Cells, en Barcelona. "Nosotros lo seguimos mandando al Reino Unido porque no nos resulta rentable hacerlo en España", explica un portavoz de la empresa.

Los dos bancos privados autorizados están encontrando algunos obstáculos para firmar acuerdos con las maternidades que les exigen las comunidades autónomas: "Cada comunidad es distinta, hay algunas que no conocen todavía bien el Real Decreto, hay dudas e interpretaciones diferentes", afirma Muñoz. Crio-Cord está en negociaciones con las maternidades de diferentes comunidades (con algunas ya están trabajando) aunque tan sólo tiene acuerdos suscritos con unas 20. Si los trámites no se agilizan, Muñoz calcula que podrían perder un 40% de negocio.

Crio-Cord envía sus muestras a Bélgica, aunque tiene instalaciones para almacenar. "La legislación exige que si tienes el banco en España, las células tienen que estar a disposición de todo el mundo, y los padres quieren que sea sólo para ellos, por eso hemos decidido continuar enviándolos a Bélgica", explica Muñoz. El Real Decreto exige a las empresas autorizadas estrictas normas para el envío de las muestras. "Sabemos que algunas de estos bancos privados han estado haciendo la recogida sin las condiciones adecuadas, y que se han enviado hasta por correo", explica Matesanz.

"Con el decreto, permitimos su continuidad, queremos que los padres puedan elegir, pero se les exige que reúnan las condiciones apropiadas". Las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma deberán controlar que tan sólo funcionen los bancos privados o públicos que reúnan estas condiciones y con acuerdos suscritos.

Hasta ahora, se podía dar la situación de que una mujer acudiese al hospital con un kit, y solicitara a la comadrona que le guardase el cordón para enviarlo a un banco privado. Con la exigencia de los acuerdos, cualquier comadrona que proceda de este modo estará fuera de la ley. Cada comunidad autónoma podrá realizar las inspecciones que considere pertinentes, aunque no va a ser fácil controlarlo, explica Roser Deulofeu, directora de la Organización Catalana de Transplantes (OCATT): "El parto ocurre en la intimidad, en una sala de partos, entre un médico y una mujer por lo que, si trae un kit, la decisión está en manos del ginecólogo".

Las autoridades sanitarias también han estado realizando un barrido por las webs de los bancos privados que operan en España y que prometen que con el propio cordón umbilical se pueden curar enfermedades sin que esté demostrado. "Hay empresas que anunciaban que con el propio cordón se podía curar el Parkinson, la diabetes y muchas otras cosas, la empresa que ofrezca eso no se autorizará a trabajar en España", afirma Matesanz.

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