Escuchar con los ojos cerrados
José María García de Paredes, el arquitecto que más auditorios ha levantado en España, lo tenía claro. Había que diseñarlos con los ojos cerrados. La acústica fue la clave que manejó con maestría. Suyos son el de Granada, el de Cuenca, el de Madrid o el de Valencia. Los techos de nogal, el fraccionamiento de las localidades en terrazas, las paredes actuando como reflectores o las lámparas que refuerzan el sonido sobre el escenario dibujaron su arquitectura. Aseguraba que él hacía cajas de música.
García de Paredes murió en 1990, justo cuando muchos de los auditorios que empezaban a construirse asumieron también la vocación de convertirse en hitos arquitectónicos. Debían ser edificios visibles y rentables. ¿Es posible? ¿Puede un auditorio alargar una ópera y ajustar el sonido? Óscar Tusquets, autor del Auditorio de Las Palmas y de las sucesivas ampliaciones del Palau de la Música Catalana asegura que sí. "Pero para conseguirlo debe cambiar. Yo lo hice en Las Palmas, con una gran superficie que pasa de ser reflectante a ser absorbente". ¿Puede además un auditorio convertirse en icono urbano? En España, el primero en exprimir la expresión de las cajas de música contemporáneas fue Rafael Moneo, con el Kursaal en San Sebastián. Seguramente ese brillante ejemplo desató la fiebre de los iconos-auditorio en los ayuntamientos. ¿Es posible que un auditorio marque el territorio o sólo puede ser una caja hermética? Hernández Pezzi, presidente del Consejo Superior de los Arquitectos de España, remite al ejemplo de Hans Scharoun en Berlín. "Claro que es posible. Pero conlleva mucho riesgo".
En 2005, cuando Santiago Calatrava inauguró su edificio más emblemático de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, un coliseo con cuatro auditorios de 75 metros de altura, recibió el Premio Nacional de Arquitectura. Luego comenzaron los problemas. El año pasado fue en el escenario del auditorio principal. Luego se inundaron las salas del edificio levantado en el antiguo cauce del Turia. Calatrava se quejó de que las preinauguraciones le impedían finalizar el edificio y del excesivo ajardinamiento. ¿Qué ha ocurrido ahora? ¿Por qué han levantado revestimientos de madera y butacas del auditorio superior, una sala cubierta por una estructura metálica y un acristalamiento móvil? Tusquets no conoce el estado de este auditorio, pero ha aprendido mucho de acústica. Asegura que, cuando ésta falla, es sencillo acortar la reverberación (aplicando materiales blandos como alfombras), pero alargarla es complicado porque requiere ampliar el volumen construido.
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