El Congreso de EE UU abre paso al reconocimiento del genocidio armenio, contra la recomendación de Bush

La mayoría demócrata en el Congreso de EE UU consiguió imponerse ayer al criterio de la Casa Blanca y aprobó una resolución que, según el presidente, George W. Bush, dañará los intereses estadounidenses en Oriente Próximo. El Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes aprobó un texto en el que condena la matanza de un millón y medio de armenios por parte del Imperio Otomano como "genocidio", una decisión calificada como "inaceptable" por el Gobierno turco, que defiende que hubo bajas en ambas partes.

El texto añade que el Gobierno de EE UU debe tener en cuenta esta matanza, ocurrida durante la I Guerra Mundial, en su política hacia Turquía. Según los demócratas, este país ha sido "incapaz de llegar a una justa resolución del asunto". La resolución no es vinculante y se deberá enviar al pleno de la Cámara para una segunda votación.

Horas antes, Bush había recordado a los demócratas la importancia de Turquía como país aliado de EE UU en su guerra contra el terrorismo. Una resolución como la aprobada ayer "dañará enormemente esta alianza", dijo Bush desde la Casa Blanca. "Todos sentimos el trágico sufrimiento de los armenios. Pero este texto no es la respuesta adecuada a estos asesinatos masivos".

El Gobierno de Ankara había amenazado previamente con detener toda cooperación con EE UU si se llegaba a aprobar el texto. Según la Administración republicana, esta colaboración es crucial, ya que Turquía comparte frontera con Irak, Siria e Irán; es miembro de la OTAN desde 1952 y alberga la base aérea de Incirlik, donde prestan servicio 5.000 soldados estadounidenses.

El presidente turco, el islamista Abdulá Gül, arremetió contra la resolución, que calificó como "inaceptable", y dijo que algunos políticos habían "cerrado sus oídos a los llamamientos a ser razonables". El año pasado, los diputados franceses aprobaron una ley que convertía en delito la negación del genocidio contra los armenios.