Los valencianos consideran la inmigración positiva y al mismo tiempo su mayor problema
La inmigración provoca sentimientos encontrados entre los valencianos. De un lado, encabeza el listado de los principales problemas existentes en la Comunidad Valenciana; pero de otro, el 46,8% considera muy positiva o positiva la llegada de inmigrantes. Una llegada que el 84,8% ve como elevada o muy elevada. El segundo problema en importancia es el agua.
Aumenta la inquietud por la vivienda tras las últimas subidas de los tipos de interés hipotecarios
El temor a la inseguridad ciudadana se deshincha e inquieta menos que el paro y el funcionamiento de la sanidad
El agua se sitúa como la segunda gran preocupación; pero sólo un 10,3 % reconoce que le afecta personalmente
El orden de preocupaciones varía cuando se pregunta cuáles son las inquietudes que personalmente más afectan a los ciudadanos. Entonces la vivienda y la sanidad se colocan en los dos primeros puestos, seguidos de la inmigración. El agua cae hasta el octavo lugar de la clasificación. Estas son las conclusiones principales de la encuesta realizada por el Instituto Opina para EL PAÍS el 1 y 2 de octubre.
Los datos del sondeo revelan la rentabilidad que el Consell obtiene con su discurso del agua. El 22,3% opina que es el problema más importante para la Comunidad Valenciana (el 34% para los votantes del PP y el 14,8 para los socialistas), pero sólo el 10,3 (13% entre los votantes populares, y 9,5 socialistas) opina que le afecta personalmente.
La sensibilidad respecto del agua varía según las provincias. En Alicante la preocupación es muy grande para el 26,5% de los encuestados. Diez puntos más que en Castellón, donde sólo inquieta al 10% de la población. Entre ambas se sitúa Valencia, donde el 21% cree que es el mayor problema de la Comunidad Valenciana.
La vivienda ya era un quebradero de cabeza para mucha gente en octubre de 2006. La subida de los tipos de interés en estos últimos 12 meses ha empeorado las cosas, elevándolo al tercer puesto. Preocupa al 22% del total de encuestados, pero presenta importantes variaciones según la filiación política: entre los votantes del PP, a un 18%; entre los del PSPV-PSOE y Esquerra Unida, al 26%.
En el plano personal, es la mayor preocupación, aunque lo señala un 20%, dos puntos menos que como problema general. La vivienda provoca insomnio. El urbanismo y la especulación inmobiliaria, en cambio, apenas le quitan el sueño a tres de cada cien valencianos. Un punto y medio menos que el terrorismo, que a algo más de dos años de un atentado de ETA en el territorio tiene un peso residual en los dos niveles de la encuesta.
El sondeo revela la caída de la inseguridad ciudadana como problema. En 2006 era la segunda inquietud y este año, después de bajar siete puntos, la sexta. Como problema personal se sitúa en el cuarto (el año pasado era el primero) y se declara afectado por el crimen el 15,8% de la población. Disminuye también el miedo al paro, que pierde un puesto en la clasificación y se queda en cuarto lugar.
El sondeo detecta que baja el malestar hacia los políticos y que cotiza al alza el relacionado con cuestiones de índole social. El agujero más importante lo tiene sanidad. En 2005, los encuestados ya la eligieron como el servicio público que peor funcionaba. El año pasado, se colocó como séptimo problema. En 2007 es la preocupación que más crece: 3,8 puntos en la clasificación general y 5,3 en la personal.
La educación también escala posiciones en la clasificación. Pasa de noveno a séptimo problema y preocupa al 15,6%, lo que representa un incremento de 4,1 puntos. La percepción de cómo funcionan la enseñanza y la sanidad varía entre los votantes (PP: sólo el 10% la ven mal; PSPV y Esquerra Unida: hasta el 23%).
Los valencianos parecen tener pocas dudas de que la economía va bien. El miedo al paro, sin embargo, se mantiene respecto a 2006. Y aunque ha disminuido como problema global (2,9 puntos), es señalado por uno de cada cuatro encuestados. Al 15% de la población el paro le afecta directamente.
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