Un cupo de 1.500 pacientes por médico

El cupo de pacientes que tiene asignado cada médico supone una de las herramientas más fiables para calcular las necesidades reales de plantilla de la atención primaria. En Euskadi, ese cupo supera en la actualidad los 1.800 frente a una media nacional de 1.500. Los médicos de familia y los pediatras vascos sufren una de las mayores sobrecargas de trabajo de España, lo que conlleva que disponen de menos tiempo para atender a sus pacientes en cada consulta.

En un intento de paliar esa situación, el Parlamento instó ayer de nuevo a Sanidad a rebajar los cupos y acordó un máximo de 1.500 personas por cada médico de primaria y 1.000 niños por pediatra. El horizonte para alcanzar ese cupo es 2010. Se trata de una medida que ya suscribió la consejería con el Sindicato Médico de Euskadi (SME) el pasado junio y que, entre otras disposiciones, permitió acabar con las movilizaciones que mantuvieron ese mes los facultativos.

No es la primera ocasión en que la Cámara debate sobre los cupos y en todos los casos siempre ha terminado con una petición expresa de rebajarlos. El valor de la propuesta aprobada ayer es que sirve de impulso al acuerdo alcanzado con el SME y, por lo tanto, debe acelerar el proceso de reasignación de los pacientes. El éxito de la medida dependerá del incremento de plantilla.

Todos los partidos apoyaron la iniciativa, pero el PP aprovechó para recordar que es preciso ahondar más en las causas que están motivando el paulatino "deterioro" de la atención primaria. La parlamentaria popular Juana Iturmendi reclamó un plan integral de mejora y reprochó al tripartito y al PSE su "falta de ambición" para abordarlo. "Se han quedado solo con los cupos y esa es una causa del problema, pero no la única", recalcó. Desde el grupo socialista, Blanca Roncal destacó que reducir las cupos es la medida más eficaz para aumentar la calidad de la atención primaria.