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El cargamento radiactivo cruza la frontera rumbo a Bélgica

El transporte con las dos barras de combustible nuclear de la central de Almaraz (Cáceres) ya ha cruzado la frontera española con Francia camino de Bélgica, según la organización ecologista Greenpeace, que afirma que la llegada es inminente y que incluso pudo haberse producido ayer. Los desechos, altamente radiactivos, irán a un centro de investigación para ver cómo han soportado tres años en el reactor (el doble de lo normal).

La empresa pública Express Truck transporta el material, unos cinco kilos de residuos, no una tonelada, como ayer informó este diario. Una tonelada es, según algunas fuentes, el peso que podría alcanzar el cargamento, incluyendo el blindaje. Aunque el intercambio de material radiactivo es relativamente frecuente, la exportación de combustible es muy esporádica desde 1989. El Ministerio de Industria impuso al convoy un seguro de 279 millones de euros.

Greenpeace en Bélgica ha anunciado protestas, ya que estas barras de combustible no volverán a España. Cada país tiene que hacerse cargo de sus residuos nucleares. Ayer, el Consejo de Seguridad Nuclear emitió una nota en la que afirmó que, técnicamente, estas barras no son residuos sino material de experimentación. A efectos prácticos es lo mismo: combustible nuclear irradiado y gastado.

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