Confebask cree urgente incorporar mujeres a la industria para mantener la actividad

La patronal vasca considera urgente la incorporación de las mujeres a la industria para ocupar puestos de trabajo tradicionalmente desempeñados por hombres. Jose Guillermo Zubía, secretario general de Confebask, aseguró ayer que la falta de mano de obra cualificada pone en riesgo de "supervivencia" a muchas empresas y que la solución pasa porque la mujer acceda empleos específicamente industriales . La presencia de mujeres en estudios técnicos de FP era tan sólo de un 8,2% entre 2002 y 2004. En más del 90% de las empresas vascas aún no hay mujeres en sus talleres.

Hace cinco años los empresarios estimaban que los puestos de trabajo sin cubrir ascendían en Euskadi a 18.000. De éstos, unos 5.000 eran para personal no cualificado. Zubía señaló ayer que el problema de la mano de obra sin especializar se ha solucionado gracias a la inmigración, pero no así la de la cualificada. Confebask está elaborando actualmente una estimación de los puestos de trabajo que están sin cubrir, pero considera que los empleos vacantes han aumentado respecto a los pronósticos de hace un lustro. El déficit de mano de obra especializada, según la patronal, se puede mantener durante los próximos 15 años.

La principal causa de este descenso en la oferta de mano de obra se debe a la caída de la natalidad, que hace imposible el reemplazo automático de jóvenes por profesionales que salen del mercado. Zubía destacó que la tasa de actividad de los hombres (64,6%) es muy similar a la de otros países europeos. Sin embargo, la de las mujeres (44%) está todavía lejos de la media europea. Por tanto, la patronal cree que debe hacerse un esfuerzo especial para potenciar la incorporación de la mujer, especialmente a puestos técnicos.

José Luis Bengoa, director de formación de Confebask, destacó ayer en Bilbao, que las mujeres todavía encarrilan su futuro profesional hacia profesiones más vinculadas a la salud, la belleza o la administración, pese a que tendrían más salidas profesionales y retribuciones más elevadas en otros oficios vinculados con la industria. Los empresarios entienden que la escasez de mano de obra femenina responde a la "suposición de que este tipo de empleos se desarrollan en duras condiciones físicas o medioambientales", o que podía existir prevención de los empresarios hacia la contratación de mujeres por causa de la maternidad, o que el colectivo laboral de este segmento de mercado se caracteriza "por su bajo nivel cultural, rudeza o mentalidad tradicional y machista". Las expectativas familiares también han influido en que la mujer haya dado la espalda a los empleos industriales.

Salarios iguales

El vacío de mano de obra cualificada puede también cubrirse con inmigrantes, pero Confebask lo ve mucho más complejo y difícil por la no homologación de las titulaciones. Las empresas ven insuficiente para sus necesidades el que lleguen titulados con una formación semejante a la que se impartía en Euskadi hace unos años. Piden que, si se recurre a la inmigración se haga con un doble modelo de formación, primero en origen y luego complementada o actualizada en destino.

Zubía subrayó que la necesidad de promover la integración de la mujer en el mercado de trabajo, así como la necesidad de dar respuesta a la creciente demanda de las empresas de personal cualificado, llevó a Confebask a elaborar un plan estratégico para aproximar a la mujer a profesiones de carácter técnico-industrial, en el que estaban poco representadas. Para evaluar la marcha de este proyecto, que cuenta con el apoyo del Departamento de Justicia y Empleo del Gobierno vasco, la patronal encargó a la consultora Murgibe un estudio sobre la evolución profesional de las mujeres que han cursado estudios técnicos. "Se trata de conocer para actuar", indicó Zubía.

Dos de las principales conclusiones a las que ha llegado el estudio es que las mujeres que desempeñan trabajos técnicos cualificados perciben en un 96% de los casos unos salarios iguales a los de los hombres para tareas similares. Bengoa señaló que esta conclusión muestra que el modelo retributivo de las empresas no es discriminatorio cuando las tareas son iguales; una queja reiterada de los sindicatos. Además, de las 84 mujeres que han participado en el estudio, dos tercios cuentan con contratos de carácter indefinido.