El 'ferry'-chatarra escapa por Suez
España alerta a Egipto para evitar el desguace en Asia de un barco que zarpó de Almería con permiso para ser reparado en la UE
La sin ley del mar es tozuda. El ferry Aqaba Express, antes Beni, antes Beni Ansar, ha cruzado el canal de Suez camino de Singapur. Algo que vulnera de lleno el permiso con el que el barco zarpó de Almería después de mes y medio retenido por orden del Ministerio de Medio Ambiente para evitar que fuera desguazado sin control en India. El buque zarpó con la condición de que se dirigiera a Rumania para ser reparado, pero en alta mar cambió de manos y viró hacia Asia. El buque tiene amianto y otros materiales peligrosos y el Gobierno considera que debe ser tratado como un residuo peligroso. Por eso ha lanzado un aviso mundial a través de la Comisión Europea para evitar su desguace.
En el informe del barco se decía que iba a Rumania. Pero ya está en el Índico
"Si está en Port Said, en el canal de Suez, es que no va a Rumania", sentencia con lógica aplastante el director general de Calidad Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Alejandre. De poco han servido los papeles y seguros que el ministerio exigió al armador para que demostrara que iba a reparar el barco. "Le pedimos los papeles y nos asegurábamos que no fuese a ser desguazado sin control. No podíamos hacer mucho más, pero en aguas internacionales parece que cambió de manos y ahora no conocemos su destino", añadió Alejandre.
Los análisis del ministerio concluyen que el buque, botado en 1975, contiene amianto y materiales peligrosos. No es que tenga nada anormal, es que un buque tiene baterías, metales, gases en los refrigeradores, aceites..., que son peligrosos para la salud y el medio ambiente.
El barco, con capacidad para 1.200 pasajeros, cubría la ruta entre Almería y Nador hasta que, en julio de 2007, fue vendido a la empresa Indian Breakers por unos 4,2 millones de euros. La firma es conocida por desguazar en playas de India y sin control ambiental ni laboral, los barcos a mano. Buques de todo el mundo, incluso enormes petroleros, son estampados en la playa aprovechando las mareas. Entonces, enjambres de obreros los desmontan prácticamente a mano.
Esta es la práctica común en los buques -sólo de España acaban así entre siete y ocho barcos al año-, pero el Gobierno considera que incumple el convenio de Basilea, un tratado internacional que regula la gestión de desechos peligrosos. Así que España ha avisado a la Comisión Europea y a la Secretaría del Convenio para que sigan los pasos del buque, que probablemente ya ha cambiado de bandera y de nombre. Desde julio pasado, el Beni Ansar ha tenido bandera de Marruecos, Tuvalu y de las Islas Comoro. La Dirección General de Marina Mercante, del Ministerio de Fomento, ha avisado a las autoridades egipcias para que eviten su desguace.
Pero no será fácil. Sara del Río, responsable del tema en la organización ecologista Greenpeace, denuncia: "El pasado día 23 por la noche el buque estaba en Suez. Va camino de Singapur. No se sabe qué empresa es la propietaria ni se sabe dónde está. Pero habría que evitar a toda costa que llegue a la India o a Bangladesh. Es terrorífico que la legislación internacional tenga tantos vacíos que se puede hacer algo así aunque todo el mundo sabe lo que está pasando". La Organización Marítima Internacional prepara una normativa para regular estos desguaces pero aún tardará años en entrar en vigor.
Los ecologistas pretenden hacer del Aqaba Express un caso emblemático, como el Clemenceau, el portaviones francés que en enero de 2006 tuvo que volver a Francia cuando estaba en el canal de Suez camino de India. Entonces la presión popular obligó al presidente Jacques Chirac a ordenar su regreso.
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