_
_
_
_
Entrevista:KONSTANTIN KOSACHOV | Presidente del Comité de Exteriores de la Duma rusa

"Los países amenazados por el separatismo temen el precedente de Kosovo"

Pilar Bonet

Los Estados de la Unión Europea con problemas de separatismo cometerán un "grave error si reconocen la independencia de Kosovo por solidaridad corporativa y no se atreven a proclamar sus propios intereses nacionales", según advierte Konstantin Kosachov, el jefe del comité de Asuntos Exteriores de la Duma Estatal de Rusia (Cámara baja del Parlamento), en una entrevista con EL PAÍS. "Los países de la UE potencialmente amenazados por el separatismo, incluida España, temen el precedente de Kosovo, porque es evidente que no responde a los intereses de conservación de la integridad territorial de esos Estados", señala el alto funcionario.

Hace poco, la posición rusa, opuesta a la independencia unilateral de Kosovo, provincia serbia de mayoría albanesa, era respaldada por algunos miembros de la UE, menos inclinados que EE UU a una salida no consensuada entre Belgrado y Pristina. Kosachov constataba la sintonía en primavera, pero ahora opina que en la UE hay una "dura disciplina" y que sus miembros tienden a "someter sus propios intereses nacionales a los intereses generales de la UE".

"Si es atacado, Irán dará una respuesta asimétrica contra intereses de EE UU"

Tras la desintegración de la Unión Soviética y de Yugoslavia, todos los Estados surgidos en Europa contaron con el acuerdo de las partes en conflicto, subraya Kosachov. El hecho de que Kosovo haya permanecido bajo un protectorado internacional "debido a una operación totalmente errónea de la OTAN" no hace que la situación sea diferente para ese territorio.

Opina Kosachov que sería "muy malo" que EE UU reconociera unilateralmente la independencia de Kosovo tras el 10 de diciembre, cuando la troika (EE UU, la UE y Rusia) presente sus conclusiones. Si ocurriera así, "la situación en torno a todos los Estados no reconocidos podría evolucionar por esta vía viciada, mala y destructiva". El político lamenta que los países y territorios implicados en conflictos secesionistas "no hagan nada" por resolverlos directamente entre sí cuando creen "tener detrás" un apoyo internacional, sea éste el que sea.

La cuestión energética tensa las relaciones entre Rusia y la Comisión Europea. Para crear un mercado liberalizado, Bruselas propone una protección exterior que podría afectar a Rusia. Kosachov advierte que Moscú tomará "medidas simétricas" si esta entidad adopta "medidas discriminatorias" contra los inversores rusos. "Resulta bastante ingenuo pensar que, con estas reformas, Europa logrará bajar el precio del gas a los consumidores, lo que sólo ocurrirá si aumenta el volumen total de gas y colaborando con Rusia". Una ley de inversiones extranjeras en sectores estratégicos, aprobada en primera lectura este mes en la Duma, restringe la participación extranjera en 39 ramas de la economía rusa, incluidos los grandes yacimientos de hidrocarburos.

Paradójicamente, Rusia, que no ha ratificado la Carta de la Energía (aunque la firmó en 1994), juzga a la UE por este documento. "Hemos comenzado a examinar desde el punto de vista jurídico en qué medida la decisión de la Comisión está de acuerdo con la Carta de la Energía, porque la UE insiste en que ese documento es sagrado, ya que proclama los principios de la total libertad de inversiones, el movimiento de capitales y servicios en el campo de la energía". Por lo demás, Moscú mantiene su posición: "No nos beneficia en la etapa actual, por eso es muy poco probable que la ratifiquemos", señala.

"El interés ruso por exportar gas a Europa disminuirá en los próximos cinco años", vaticina Kosachov. Rusia, explica, creará una industria capaz de extraer los productos químicos, hoy incorporados al gas que vende a Europa, y equiparará paulatinamente los precios del gas en el mercado interior para igualarlos a los de exportación.

En el terreno de las armas convencionales, Kosachov cree aún en "un milagro" para evitar la entrada en vigor de la moratoria a la aplicación del tratado sobre fuerzas armadas convencionales (CFE), firmado por una treintena de países del Pacto de Varsovia y la OTAN en 1990 y adaptado en 1999. La moratoria, anunciada por el presidente Putin, debe comenzar el 12 de diciembre. Una reunión en Berlín a principios de octubre y otra en Moscú, a mediados de ese mes, esta última dedicada al Escudo Antimisiles con la participación de los secretarios de Estado y Defensa de EE UU, podrían producir "nuevos matices". Moscú desearía una nueva adaptación del CFE, pero se conforma con menos. "La ratificación del CFE adaptado y el cumplimiento de las obligaciones de la cumbre de Estambul de 1999 bastarían para que Rusia revisara su decisión de congelar la vigencia del CFE".

Moscú colabora con la coalición antiterrorista en Afganistán, permitiendo el tránsito de aviones y equipo militar de la OTAN, pero podría hacer mucho más. "Rusia tiene una actuación pasiva y no activa porque no somos una parte orgánica de la OTAN, y si hubiéramos participado en esta operación en Afganistán, tendríamos que hacer como en Kosovo y Bosnia-Herzegovina, cuando tuvimos que someter nuestras tropas a la OTAN. No estamos dispuestos a asumir responsabilidad por una operación que no podemos codirigir, pero la estructura de mando de la Alianza está osificada y no contempla la participación de países externos".

Sobre el programa nuclear de Irán, Kosachov afirma que Teherán y el OIEA habían comenzado a colaborar de forma constructiva y que los iraníes habían dado respuesta a dos de las siete preguntas del organismo. Si es atacado, Irán dará una "respuesta asimétrica" contra los intereses de EE UU en la región. "Podría ser un ataque a los países vecinos, a los pozos petroleros de esos países, con una total desestabilización del mercado de combustible y energía en el mundo". En su opinión, la postura de China y Rusia a favor de un "diálogo constructivo entre Irán y el OIEA" da resultado y mientras sea así, no se debe adoptar ninguna nueva resolución del Consejo de Seguridad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_