Bruselas cierra de forma inesperada los caladeros de atún rojo para protegerlo

La Comisión Europea decretó ayer con carácter inmediato el cierre de los caladeros de atún rojo en el Atlántico Este y en el Mediterráneo por haberse superado ya las cuotas asignadas a los siete países de la UE que explotan los caladeros, de las que a España correspondían 5.568. Es la primera vez que esas pesquerías se cierran antes de tiempo como medida extrema de protección de la especie y es muy probable quevarios países no hayan alcanzado los topes asignados y serán compensados en las capturas de 2008. Los pescadores españoles advierten que la flota artesanal será la más perjudicada.

El atún rojo se acaba. Desde hace miles de años los pescadores del Mediterráneo lo pescan mediante almadrabas. Una red perpendicular a la costa atrapa los atunes que una vez al año cruzan el Estrecho camino del Mediterráneo. Pero en las últimas décadas, los enormes barcos de cerco (con redes kilométricas), la mayoría franceses e italianos, han esquilmado la pesquería.

En la costa de Murcia, Túnez, Libia o Chipre han proliferado las granjas de engorde. Los atunes pescados en el cerco son llevados a una granja metálica, engordados -cada atún puede llegar a pesar 700 kilos- y, finalmente, congelados y llevados directamente a Japón, donde cada pieza se subasta a miles de euros para comerlo como sushi. Y así, la demanda creciente de atún ha terminado por agostar la pesquería.

La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) afirma que la cuota aceptable para no sobreexplotar el caladero es de 32.000 toneladas anuales. Y sin embargo, y con conocimiento de todo el mundo, se capturan más de 50.000 toneladas desde mitad de los años noventa. Las advertencias que desde hace años lanzan científicos, ecologistas y pescadores tradicionales han sido desoídas sistemáticamente y sólo este año ha entrado en vigor un plan de recuperación.

Siete países de la UE

La cuota total para los siete países comunitarios que explotan la pesquería del atún rojo (Chipre, España, Francia, Grecia, Italia, Malta y Portugal) fue fijada a principios de año para esta campaña en 16.779,5 toneladas por la CICAA. Italia y Francia, que suspendieron sus capturas en julio y agosto, respectivamente "han pescado en exceso", según Mireille Thom, portavoz del comisario de Pesca Joe Borg. "España también ha dado cifras y no se ha excedido de la cuota asignada, ni tampoco los demás países".

La Comisión no tiene cifras definitivas, pero de los datos proporcionados por los países y de las propias previsiones de sus servicios ha llegado a la conclusión de que se han alcanzado de sobra las toneladas autorizadas. Para garantizar el plan de recuperación de la especie, víctima de su éxito ante los consumidores, es crucial evitar la sobrepesca, de ahí la drástica medida sin precedentes adoptada ayer. El comisario Borg reconoce la existencia de un doble problema, ecológico (exceso de capturas de una población amenazada) y económico (falta de equidad entre los países afectados) y se propone abordar el asunto con carácter de urgencia.

Las reacciones de los pescadores españoles fueron tan instantáneas como negativas, sin dejarse aplacar por las disposiciones de la normativa comunitaria que prevén compensaciones en campañas sucesivas para los perjudicados. Javier Garat, secretario general de Confederación Española de Pesca, la principal organización del sector, declaró a Efe que la flota artesanal española, con apenas 20 embarcaciones, "será la más perjudicada y pagará una vez más lo platos rotos", al verse obligada a interrumpir la campaña tras apenas un mes de operaciones.

El presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras Pedro Maza se alzó contra el plan de recuperación de la especie y dijo que precisamente la flota artesanal era la menos culpable de la situación.

Aunque la sobreexplotación no es tan acusada en el Atlántico -hay pesca de arrastre en el Golfo de Vizcaya pero no granjas de engorde-, los pescadores vascos también se verán afectados. El Gobierno Vasco manifestó ayer su indignación "por la falta de control que ha llevado a cerrar la pesquería de atún rojo". En una nota señaló que la decisión "llega después de que la propia Comisión y Estados miembros, como Francia e Italia, hayan permitido a las grandes flotas industriales sobrepasar ampliamente su cuota. Francia casi duplica su cuota asignada para este año con más de 9.000 toneladas pescadas, frente a las 5.493 toneladas que tiene asignadas" y señaló que la flota vasca será la gran perjudicada.

El Comité de Aplicación de la CICCA se reunirá en noviembre para determinar las cifras definitivas de capturas en 2007 y analizará las medidas a adoptar ante la superación de las cuotas.