Pocas camas y mucho gasto farmacéutico

Pocos médicos, pocas enfermeras, pocas camas, y escasa valoración global. El sistema sanitario valenciano sólo levanta la cabeza por encima de la media en gasto farmacéutico... y no es para bien: lo que se va en recetas cuenta en el gasto en salud por habitante, que es el más bajo de España (1.058 euros). El informe sobre los servicios sanitarios de las comunidades publicado por las asociaciones en defensa de la sanidad pública provocó ayer una catarata de críticas contra el Consell. La Generalitat respondió que recibe del Estado mucho menos dinero del que le corresponde.

El Consell insiste en su reclamación de más financiación sanitaria del Estado

No es nuevo. El sistema valenciano ocupó el último lugar de la clasificación autonómica en 2004 y 2005. En 2006 escaló una posición, y fue reemplazado en la cola por Murcia. En la edición presentada el miércoles volvió a tocar fondo: obtuvo 14 puntos de 40 posibles. Cuatro menos que Madrid y Murcia y cinco menos que Canarias, las otras tres comunidades calificadas como "deficientes" por el informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).

La Consejería de Sanidad restó fiabilidad al estudio por dos razones: no se trata, dijo un portavoz, de un informe oficial y, "casualmente, siempre salimos los últimos". El departamento volvió a recordar que la financiación sanitaria del Estado se recibe basándose en el padrón de 1999. "Las comunidades que más han crecido en población, como la nuestra, salen perjudicadas". Al aumento de habitantes, que Sagrario Sánchez, secretaria Ejecutiva de Comunicación del PP valenciano cifró en un millón de personas, hay que sumar los temporeros y residentes estacionales que no se empadronan, pero que aumentan el gasto farmacéutico.

Una partida que costó a las arcas públicas 281,8 euros por valenciano en 2006 (la media estatal se sitúa en 239,6), lo que supone un aumento del 6,7% respecto al año anterior, cuando de promedio creció un 6,3%.

El argumento del desfase poblacional es, sin embargo, un arma de doble filo. "Incrementa el gasto farmacéutico pero maquilla los datos de gasto por habitante; si se contara bien sería todavía menor", señaló Mariano Sánchez Baile, presidente de la FADSP.

El Consell contrapuso sus encuestas a los índices de satisfacción de los pacientes recogidos en el informe. Los últimos, basados en sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas de 2006, recogen niveles aceptables pero por debajo de la media. La sanidad pública recibió una puntuación de 6,18 (el promedio es de 6,29); el porcentaje de ciudadanos que acudieron a atención primaria, consultas externas de especialidades, urgencias y hospitalización, y consideraron buena o muy buena la atención recibida fue del 79,93% (frente a una media de 82,82%). Mientras que la proporción de quienes opinaron que el sistema había mejorado alcanzó el 43,37% (43,53% en toda España).

El Gobierno valenciano afirmó, en cambio, que según sus datos 8 de cada 10 valencianos "valoró positivamente" la atención recibida en primaria. Y que el 93,4% de quienes pasaron por los hospitales quedaron satisfechos.

Hay 1.943 valencianos por cada médico de atención primaria y 1.987 por cada profesional de enfermería. Lo que representa 223 y 282 más respectivamente respecto al promedio.

Ese dato no hacía falta que se lo recordaran a Juan Simó, coordinador de la plataforma valenciana 10 Minutos -en referencia al tiempo que piden para atender a cada paciente en la consulta de primaria-, acostumbrado a la trinchera de los centros de salud. "Harían falta 400 médicos más para ponernos en la media", afirmaba ayer. Simó añadía que los datos actuales esconden la "desproporción" en el reparto de pacientes por consultas: "Para que algunos superen los 500 otros tienen que superar los 2.000. Un tercio de los médicos y un tercio de los centros de salud están súpersaturados".

Hace unos años, el Consell argumentó que no era necesario incrementar el número de camas, recordó el presidente de la Asociación en Defensa de la Salud Pública valenciana (ACDESA), integrada en la federación. El resultado es que según el informe, que cita datos del Ministerio de Sanidad, existen 2,7 camas por cada 1.000 habitantes. Seguramente el peor dato comparativo (sólo Andalucía y Castilla-La Mancha están por debajo del 3, mientras la media alcanza el 3,8) de todo el informe.

Ignacio Subías, portavoz de Sanidad socialista en las Cortes, apuntó al PP como "único responsable" del estado del sistema. "Los valencianos", añadió, "merecen una sanidad pública de primera división y no de tercera". La diputada de Compromís pel País Valencià Marina Albiol consideró que con el informe en la mano, resultaba "todavía más escandaloso el proceso de privatización de la sanidad".