El plan contra la desertificación decepciona a los ecologistas

La lucha contra la desertificación en España pasa por el ahorro de agua, la reforestación y un mejor uso de la tierra. Poco más se concreta en el plan contra este fenómeno que ultima el Ministerio de Medio Ambiente después de diez años en los que se han elaborado varios borradores. La falta de ambición fue criticada por Ecologistas en Acción, que lamenta también la desatención hacia el impacto del urbanismo.

El borrador del Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, al que este periódico ha tenido acceso, consta de 250 folios y en él se establecen las medidas que el Gobierno desarrollará para combatir este fenómeno que afecta a una tercera parte del territorio nacional (159.337 kilómetros cuadrados de los 506.061 que ocupa España). Las comunidades más afectadas son Murcia, Valencia y Canarias, donde los riesgos afectan a casi la totalidad de las zonas que ocupan.

Entre la batería de medidas que el Gobierno se limita a enunciar aparecen la determinación de las zonas más vulnerables, las acciones para hacer un uso más sensato del agua (desalinización, depuración y reutilización), la selección de cultivos con menores exigencias de agua y el fomento de la investigación para combatir la desertificación. Es decir, nada nuevo bajo el sol. El secretario general de Territorio y Biodiversidad del Ministerio de Medioambiente, Antonio Serrano, justificó ayer la falta de concreción del plan asegurando que se trata de un programa marco en el que se incluyen otras medidas que el Gobierno ya está llevando a cabo y que sí están presupuestadas y detalladas. "Tenemos ya varios planes como el Hidrológico o el Forestal que ya están siendo herramientas útiles para combatir el problema. Éste nuevo sirve para recoger todas esas políticas y coordinar las acciones que se deben tomar".

Impacto del urbanismo

El plan no satisface a los ecologistas, que ayer expresaron su desilusión por la falta de atención del programa a temas como la relación directa entre el desarrollo urbanístico y el exceso de infraestructuras en la desertificación. "Esperábamos un documento que hablara de eso y que detallase las medidas que se van a tomar", explicó ayer Theo Oberhunerm, de Ecologistas en Acción. "Se trata una recopilación de ideas que ya están en otros planes y este problema es muy serio y necesita medidas concretas", señaló el portavoz de la organización.

Oberhuber lamentó además la "explotación intensiva que se está haciendo en España del suelo" con el uso de productos químicos y fertilizantes sin pensar en el futuro.

La desertificación, es decir, la degradación del terreno como consecuencia de las actividades humanas es un fenómeno global que afecta a 1.200 millones de personas en todo el mundo, la mayoría de ellas africanas. El tema se está debatiendo estos días en Madrid en la VIII Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación. La idea es que los delegados reunidos estos días aprueben un plan específico global que sirva para luchar contra este fenómeno en los próximos diez años.