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CiU negocia con el Gobierno un pacto sobre la Ley de la Memoria Histórica

Convergència i Unió (CiU) no piensa arrojar la toalla y continuará explorando un acuerdo con el Gobierno y el Grupo Socialista para sacar adelante en esta legislatura la Ley de la Memoria Histórica. Aunque Josep Antoni Duran Lleida, presidente del grupo de CiU en el Congreso, mostró ayer un moderado optimismo sobre la posibilidad de un pacto, ayer reconoció que los plazos empiezan a agotarse y que éstos concluyen dentro de dos semanas. Si antes de esa fecha el Gobierno no acepta parte de las enmiendas de los nacionalistas catalanes, la ley inevitablemente decaerá en esta legislatura porque los socialistas sólo cuentan con el respaldo, insuficiente, de Izquierda Unida-Iniciativa y el Congreso estará inmerso en el debate de los Presupuestos Generales.

Duran, tras la reunión de la ejecutiva de Unió Democràtica, ya advirtió ayer de que no piensa debatir en público el contenido de la ley y rechazó que su grupo haya planteado condiciones sine qua non para aprobarla. "Siempre existen las transacciones, porque ya sabemos que no nos pueden decir que sí a todo lo que reclamamos", matizó. No obstante, señaló que CiU discrepa del texto pactado entre el PSOE e Izquierda Unida, sobre todo en lo referente a la revisión de los juicios del franquismo, que uno y otro grupo interpretan de forma dispar. Añadió, además, que el Partido Nacionalista Vasco comparte su posición. Y ahí se quedó Duran. "No voy a transmitir en directo las negociaciones", avisó.

Duran ha asumido personalmente la negociación con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con quien intercambia propuestas de redactado. La mayor dificultad radica en compatibilizar las pretensiones de Convergència i Unió con el texto pactado con IU-IC, una coalición a la que Duran responsabiliza de que la Ley del Memorial Democrático catalana sea mucho más "sectaria e ideologizada que la española", en expresión de un diputado de CiU en el Congreso.

Recelos nacionalistas

Un acuerdo a tres bandas PSOE-CiU-IU en Madrid allanaría el camino para consensuar la norma en Cataluña y "suavizarla ideológicamente". Duran fue claro ayer al señalar: "Me preocupa mucho más la ley del tripartito y la actitud en particular de Joan Saura", consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat e impulsor de la Ley del Memorial Democrático.

La discreción, por tanto, presidirá las negociaciones entre Duran y el Gobierno socialista. "Mantener esta cautela es fundamental para pactar la ley", comentaron fuentes nacionalistas, que también reconocieron ciertos recelos entre algunos dirigentes de Convergència i Unió en la conveniencia de aprobar una ley que "afecta a tantas sensibilidades". Entre estos dirigentes se encuentra el propio ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, contrario -al menos en el caso catalán- a que los "herederos del comunismo", como define a ICV, administren el contenido de esta norma.

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