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ELA rechaza la posibilidad de que UGT firme en minoría el convenio de Mercedes

Pedro Gorospe

El portavoz del sindicato nacionalista ELA en la planta de la multinacional Mercedes en Vitoria, Igor Guevara, calificó ayer como un "error grave", la posibilidad de que UGT acabe firmando con la dirección de la compañía el preacuerdo del convenio que la plantilla rechazó en referéndum en junio. Para Guevara, la firma de un acuerdo en minoría daría lugar a una situación complicada para la propia empresa. "Creo que como yo habría mucha gente que no firmaría el convenio y la empresa tendría que afrontar la gestión de dos convenios diferentes en la plantilla", declaró a EL PAÍS.

El presidente del comité de empresa, José Antonio Moreno, de UGT, anunció el mes pasado a este periódico que está dispuesto a desbloquear el convenio colectivo y firmarlo en minoría. El preacuerdo suscrito por la mayoría sindical en la planta (UGT, CCOO, Ekintza y USO) con la dirección fue rechazado en junio por la plantilla en referéndum, pero las demás centrales (ELA, LAB y ESK) no han podido reabrir la negociación. La empresa comunicó en julio al comité que no hará nuevas ofertas.

La plantilla de Mercedes se reincorpora mañana a sus puestos tras las vacaciones -la planta cierra en agosto- y será en estas primeras fechas de septiembre cuando UGT convoque a sus afiliados y les consulte si respaldan la firma. A partir de ahí, la central comunicará su decisión al resto de los sindicatos que firmaron el preacuerdo y actuará en consecuencia. Si sólo lo firma UGT, los trabajadores tendrían que apuntarse al mismo de forma individual para que se les aplicase. Si la mayoría sindical apoya la firma, se trataría de un convenio de eficacia general. "Ellos sabrán lo que hacen, pero han de tener en cuenta que en talleres el no en el referéndum casi duplicó al sí", recordó ayer Guevara.

Flexibilidad

El preacuerdo firmado fija la subida salarial en el IPC más 0,75%, junto a una paga anual vinculada a los resultados de la planta. El pacto incluye que la dirección queda condicionada a un preaviso de 48 horas para poder convocar a trabajar un sábado, jornada que se compensará con un plus económico. A ello se suma otro preaviso de 16 horas en caso de una suspensión de la producción. Abre además la posibilidad de ampliar la jornada diaria de ocho horas a nueve de forma excepcional durante diez días al año. Ese aumento de la flexibilidad es el principal obstáculo que ven los sindicatos nacionalistas para aprobar el preacuerdo.

En el referéndum participó el 89,26% de la plantilla (2.897 trabajadores con derecho a voto). Un total de 1.317 empleados rechazaron la propuesta, que respaldaron 1.158. La empresa vinculó nuevas inversiones a la aprobación del convenio. Busca un periodo de estabilidad antes de decidir si asigna a la planta de Vitoria un nuevo modelo, ya que en 2014 dejará de fabricar las actuales furgonetas.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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