_
_
_
_

India defiende un "poderoso programa nuclear" para sostener su desarrollo

El Gobierno de Nueva Delhi busca nuevos proveedores de uranio para abrir siete centrales

El primer ministro indio, Manmohan Singh, hizo ayer una encendida defensa de la energía nuclear y del acuerdo alcanzado con EE UU para la cooperación civil en esta materia. "La sostenibilidad de nuestro crecimiento económico a largo plazo depende directamente de nuestra habilidad para cubrir nuestras necesidades energéticas futuras", dijo Singh para convencer a sus socios comunistas de la relevancia del acuerdo. "India es ahora un país demasiado importante para mantenerse al margen de la corriente internacional en este crítico campo ", añadió.

"India busca uranio seriamente", así lo asegura a este periódico el portavoz del Departamento de Energía Atómica del Gobierno, S. K. Malhotra. Otras voces menos conservadoras califican la búsqueda de "desesperada": podría faltar muy poco tiempo para que los reactores nucleares del subcontinente se quedaran sin combustible.

Ésa es una de las principales razones del acuerdo de cooperación con EE UU, que también le permitirá obtener tecnología avanzada. "Lo necesitamos porque somos un país muy grande y con un fuerte crecimiento económico

[9,3%, en el segundo trimestre del año, informó Reuters]. Debemos aumentar la producción de electricidad y los reactores nucleares, alimentados con uranio, son la forma más limpia y eficiente de hacerlo", afirma Malhotra.

India produce actualmente sólo el 3% de su energía por estos medios, pero espera alcanzar un 25% en 2050. Para ello, en los próximos 12 años instalará al menos otros siete reactores nucleares para alcanzar un total de 22.

Con este ritmo vertiginoso de crecimiento, sus reservas del material radioactivo no le alcanzarían ni para los próximos 30 años, según datos oficiales. K. Santhanam, ex director del Instituto de Estudios de Defensa y Análisis, sostiene que el país "podría estar ya sufriendo la falta de uranio e importándolo".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El hambre de uranio del elefante asiático y su acuerdo con EE UU han creado cierto resquemor en la comunidad internacional, ya que India rechazó siempre firmar el Tratado de No Proliferación nuclear. El uranio no sólo es la materia prima de las centrales de producción de energía sino también de las que fabrican bombas atómicas.

El Gobierno se niega a revelar su capacidad armamentística y si ésta seguirá aumentando, pero extraoficialmente, los medios barajan que el país posee al menos 200 cabezas nucleares.

El acuerdo con Washington obliga a India a someter su programa nuclear civil a las revisiones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). El armamento quedaría libre de inspecciones. Y, aunque todavía requiere la aprobación del OIEA, del Grupo de Abastecedores Nucleares y el Congreso estadounidense, el acuerdo podría dar a Nueva Delhi derecho a enriquecer uranio, aunque en teoría sólo con fines civiles.

El texto sólo contempla que, si India hace alguna otra prueba de armamento nuclear, la tecnología dada por EE UU tendrá que ser devuelta, pero los términos de cuándo y cómo aún no están claros. Los críticos estadounidenses piensan que la Casa Blanca cedió mucho ante India en su esfuerzo de convertirla en su aliada asiática como contrapeso a China.

Mientras tanto, varios equipos de geólogos exploran incansablemente el territorio indio en búsqueda de uranio. Ya han encontrado reservas en los Estados de Andhra Pradesh y Meghalaya, y esperan pronto abrir minas para su explotación. Pero probablemente la mayor reserva podría estar en las faldas de la cordillera del Himalaya, en la zona de Ladakh, en la región de Cachemira. Esta semana, un equipo de científicos de la Universidad de Kumaon, encontró uranio en "concentraciones excepcionalmente altas", según informó el geólogo que encabezó la exploración, Rajeev Upadhyay. El científico, sin embargo, señala que aún falta estudiar qué cantidad del mineral hay disponible y cuánto se tardará -al menos un par de años- en establecer una mina.

Los expertos en terrorismo indican que no sería un grave problema el que las posibles reservas se encuentren en Cachemira, un área en disputa con Pakistán y golpeada por ataques de fundamentalistas islámicos, ya que Ladakh es una zona pacífica dentro de esa conflictiva región.

El Gobierno todavía no informa acerca del descubrimiento en Cachemira, pero insiste en que ni las reservas que existen y ni con las futuras minas será suficiente. "Tenemos que seguir buscando uranio; dentro y fuera de India", asegura el portavoz del Departamento de Energía Atómica.

Australia, Rusia y Francia están dispuestos a venderle uranio y facilitarle tecnología para beneficiarse como EE UU de los 10.000 millones de dólares que India tiene previsto gastar en este capítulo antes de 2020.

El primer ministro Manmohan Singh (izquierda) recibe un recuerdo del presidente de la Comisión de Energía Atómica, Anil Kakodkar.
El primer ministro Manmohan Singh (izquierda) recibe un recuerdo del presidente de la Comisión de Energía Atómica, Anil Kakodkar.ASSOCIATED PRESS

Reticencias comunistas

La izquierda, encabezada por el Partido Comunista de la India (CPI-M, marxista), amenaza con "hundir el Gobierno" si no pacta con ellos antes de presentarse al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Aunque el primer ministro Manmohan Singh no requiere de la aprobación del Parlamento para el acuerdo nuclear, si lo necesita para seguir gobernando porque no tiene mayoría.

Las razones principales de los comunistas para oponerse al acuerdo es que "al apegarse a la política exterior y cooperar militarmente con Estados Unidos, la India perdería su soberanía". Así explica su postura el líder del CPI-M en el Parlamento, Sitaram Yechury.

La izquierda, que coincide con la oposición nacionalista hindú del Partido Bharatiya Janata en las reticencias al acuerdo, reprocha la presión que ejerció EE UU a India para que votara contra Irán en la reunión del OIEA el año pasado.

El Gobierno estableció el jueves un comité que analizará las preocupaciones de sus socios de la izquierda para tratar de obtener su apoyo y alcanzar un acuerdo interno antes de un mes. Para entonces se reunirá con el OIEA para marcar el calendario de inspecciones de su programa civil, lo que le permitirá seguir avanzando en su negociación con EE UU.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_