"El sistema financiero debe estar sometido a reglas de transparencia"

Pregunta. ¿Qué efecto tendrá la crisis financiera sobre la economía francesa?

Respuesta. Ésta es una crisis que parte de Estados Unidos pero que tiene un impacto mundial. Hasta el momento, ha sido bastante bien gestionada por las autoridades reguladoras. En particular, por la Reserva Federal y por el Banco Central Europeo, que parecen haber conseguido mantener a raya las bajadas. Pero puede haber otras turbulencias. Esta crisis no tiene que provocar dudas sobre nuestras capacidades de crecimiento. Concretamente, debemos descartar dos amenazas. Primero, problemas de financiación de las pequeñas y medianas empresas. Para ello, la semana que viene me reuniré con la ministra de Economía y los responsables de los bancos y me aseguraré de que las pymes no sean penalizadas por los riesgos adoptados por el sistema financiero. Los bancos no deben tomar ninguna medida de endurecimiento con los créditos. La segunda amenaza son los desfases monetarios. Respecto a este tema, espero las futuras decisiones del Banco Central Europeo, y subrayo que la inflación está a un nivel particularmente bajo en Europa.

P. El presidente de la República francesa,Nicolas Sarkozy, ha pedido una reunión del G-7 sobre la transparencia financiera.

R. Esta crisis ha mostrado que se necesitaba más transparencia sobre los riesgos que corren los inversores y sobre la exposición de las instituciones financieras a estos riesgos. Por eso Nicolas Sarkozy escribió a Angela Merkel, que preside el G-7. Dentro de esta crisis, los riesgos que toman las instituciones americanas son asumidos por los bancos franceses o europeos sin que en ningún momento tanto sus accionistas como sus socios hayan sido informados sobre sus proporciones. Es necesario que, en concreto, las agencias de calificación estén sujetas a unas reglas más estrictas. Y, además globalmente, que el sistema financiero esté sometido a obligaciones de transparencia más estrictas. Sin transparencia, no hay confianza; sin confianza, no hay eficacia.

P. Usted dice estar en la misma longitud de onda que Merkel ante las tensiones de las últimas semanas de los mercados, pero ella sin embargo se ha opuesto a una reunión extraordinaria de los países del G-7.

R. Eso es una diferencia de apreciación sobre el método. Los contactos que hemos mantenido con el Gobierno alemán muestran que tenemos un mismo punto de vista sobre el objetivo, igual que con otros dirigentes europeos. Lo importante para nosotros, es que empiece el trabajo.

P. El crecimiento francés se ha ralentizado el segundo trimestre. ¿Las malas noticias modificarán sus prioridades?

R. Globalmente, las bases de la economía francesas son buenas: el consumo se sostiene, la inflación es baja, la moral de los empresarios y las familias muy buena. Nuestras debilidades son la competitividad, las inversiones y el nivel del euro. Todo está en nuestro programa. El calendario de trabajo previsto para el viernes, en el consejo de ministros, comprende las reformas estructurales necesarias para mejorar nuestra competitividad.

P. La previsible reducción del crecimiento supone un problema para los presupuestos del Estado, ¿Deberán tomar medidas complementarias de austeridad?

R. El objetivo del 2,25% se mantiene como alcanzable para 2007 y el del 2,5% lo es para 2008 con las medidas que van a tener efecto en otoño. No podemos gobernar una economía compleja como la francesa teniendo los ojos pegados a las estadísticas trimestrales que a menudo son revisadas al alza o a la baja por sus propios autores.

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