Lo importante es el viaje
Podría ser el lema de una campaña de tráfico, pero el topicazo veraniego "lo importante es el viaje, no el destino" tiene sus raíces en el poema de Kavafis Viaje hacia Ítaca. La cita es tan apañada que sirve tanto para un motero como para un ministro. Los dueños de Harley Davidson la llevan usando décadas para excusar su escasa velocidad de crucero y Bernat Soria la soltó el otro día en su primer discurso oficial. El cine ha hecho de ella todo un género: la road movie, que es siempre la misma historia, Ulises, Ítaca y lo de entremedias. A continuación, tres odiseas veraniegas.
- 'Dos en la carretera' (Stanley Donen, 1967). La primera vez que se encuentran en la Riviera francesa, ella hace autoestop y él hace cámping. Diez años de matrimonio después, veranean a bordo de un Mercedes descapotable y duermen en hoteles de lujo, pero ya no es tan divertido. Ni la chispa de Albert Finney, ni los modelazos de Audrey Hepburn, ni la banda sonora de Mancini le restan amargura a esta comedia romántica sobre cómo cambia el amor con los años, y sobre esas cosas (el cariño, la risa, los calentones) que vamos abandonando en la cuneta.
- 'Thelma y Louise' (Ridley Scott, 1991).
Un fin de semana de pesca es el destino de las dos amigas de Arkansas hasta que Louise se venga del tipo que intenta violar a Thelma metiéndole un tiro en la cara y el destino pasa a ser México. La huida en el Thunderbird del 66 fue criticada por su oportunista visión de la lucha de sexos, pero se ha convertido en un clásico. Lo merece, aunque sea sólo por ese plano en el que un desconocido Brad Pitt se calza un secador en los jeans como si fuese una pistola. Maldita Angelina.
- 'Little Miss Sunshine' (J. Dayton y V. Faris, 2006).
Familia disfuncional: la madre no cocina, el padre es un perdedor, el hijo no habla, el abuelo se droga, el tío es un suicida y la niña es gordita y gafotas. Juntos atraviesan América para llegar a un lugar común: lo importante es que se quieren. Una películita simpática, pero mucho más convencional y comodona de lo que pretende. Para comedias negras familiares, ver Los Simpson o Los Soprano.
Babelia
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