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La Universitat de València gana alumnos tras años de descenso

Un escape de gas obliga a desalojar parte del campus de Burjassot

Ignacio Zafra

La tendencia se ha roto. Después de "muchos años" perdiendo nuevos alumnos, la Universitat de València matriculó en el curso que está a punto de terminar 8.291 estudiantes, un 2,2% más que el anterior. La Universitat sumó en total 45.200 alumnos. El rector Francisco Tomás dio ayer los datos ante el claustro, que respaldó generosamente su gestión. El campus de Burjassot, por otro lado, fue evacuado parcialmente por un escape de gas.

Generalitat y Gobierno crearán en pocos días el consorcio del Instituto de Física Médica

El crecimiento de nuevos alumnos tiene su importancia porque se produjo en un momento en el que continuaba el descenso de chavales de 18 años debido al bajo índice de natalidad registrado desde finales de los años ochenta. El Instituto Nacional de Estadística no prevé que ese número potencial vuelva a aumentar hasta dentro de una década. El desarrollo económico del territorio, el aumento del nivel de formación de los padres (sobre todo el de las madres), y la adecuación de la oferta a las necesidades sociales pueden, sin embargo, contrarrestar los efectos de la tasa de natalidad, según estimaba uno de los documentos del plan estratégico elaborados por el IVIE para la institución. A la espera, además, de cómo actúen los jóvenes de origen inmigrante en relación con la universidad.

El rector comunicó también que la Generalitat y el Gobierno constituirán en los próximos días el consorcio del Instituto de Física Médica. Una gran instalación valorada en 120 millones de euros que tiene como objetivos el tratamiento de pacientes oncológicos, la investigación y la transferencia de tecnología en el marco del parque científico de la Universitat.

La comparecencia del rector ante el claustro resultó más que pacífica. Su informe de gestión fue aprobado con 118 votos a favor, 20 en contra y 24 abstenciones. Incluso el Personal de Administración y Servicios (PAS), que a principios del pasado año contestó fuertemente la política de Francisco Tomás, elogió ayer buena parte de sus decisiones. Aunque se oyeron también algunas reclamaciones laborales y, de parte de los alumnos, lingüísticas. La Universitat de València, admitió el rector, es el centro que más docencia ofrece en valenciano pero aún así no cubre toda la demanda.

Tomás envió un mensaje a la Generalitat, que todavía no ha cumplido con todo el convenio de infraestructuras acordado hace un año y medio. Los retrasos en las transferencias ordinarias, siguió, han obligado a la institución a pedir préstamos bancarios para "acabar el mes".

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La alarma llegó ayer desde el campus de Burjassot. Cientos de personas tuvieron que ser desalojadas por precaución después de que los trabajos en una obra causaran el corte de un tubo de conducción de gas. Entre los evacuados hubo un centenar de niños del programa La Nau dels Xiquets. La avería fue solucionada después sin mayores riesgos.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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