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Golpe de efecto para Haniya

Las playas de Gaza están muy concurridas desde hace tres semanas; reina la calma tras la toma del poder por Hamás y el desmantelamiento de las fuerzas de seguridad fieles al presidente Mahmud Abbas; los comercios abren hasta las tantas, y los restaurantes vuelven a gozar de su clientela. Pero restaba la liberación de Alan Johnston para que Hamás cuadrara el círculo. Una espina clavada que provocaba notoria crispación a los dirigentes islamistas.

Ayer, el Gobierno de Ismail Haniya dio un golpe de fuerza: demostró que es capaz de disuadir a un clan familiar que cuenta con cientos de hombres pertrechados hasta los dientes. Cualquier grupo armado tomará nota. Si la poderosa familia Dogmush ha claudicado, nadie lo tendrá fácil para desafiar el orden impuesto por Hamás.

El Ejecutivo de Haniya ha pagado un precio. Desde mediados de junio venía advirtiendo que no se permitiría la posesión de armas a ninguna milicia ni a las bandas de delincuentes. Con los Dogmush ha hecho una excepción porque no ha habido entrega de fusiles. Poco les importa. Esa cesión es compensada por otros beneficios. Seguramente serán alabanzas efímeras, pero el primer ministro británico, Gordon Brown, hablaba ayer en Londres del "papel crucial jugado por Hamás en la liberación", y su ministro de Exteriores, David Miliband, agradecía a Ismail Haniya sus esfuerzos por acabar con el secuestro. Hamás no podía desaprovechar una de las pocas ocasiones que se le presentarán para rentabilizar un acontecimiento. Así que Johnston fue invitado a desayunar en la vivienda de Haniya rodeado por la dirección de la organización islamista y por las cámaras de televisión y decenas de fotógrafos.

La misiva del movimiento islamista es clara: su Gobierno es legítimo porque ganó las elecciones de 2006, es el único que puede mantener el orden y no guarda relación con Al Qaeda. Y de paso, difuminó la noticia de que el Gobierno de Salam Fayad, nombrado por el presidente, pagó ayer a los funcionarios palestinos, por primera vez en 17 meses, su sueldo íntegro.

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