La nueva empresa, con telefonía barata
El teléfono por Internet encuentra su caldo de cultivo entre las pequeñas y nuevas empresas. La servidumbre inicial de estar conectado al ordenador ya se ha superado con los aparatos inalámbricos. La telefonía IP incorpora ya servicios de videoconferencia, contestador automático o transferencia de archivos.
Una empresa de cestas de Navidad de Elche no se gasta un duro en llamar a sus proveedores chinos. Sin salir de su estudio de Nueva York, el director creativo de Kukuxumusu se reúne cada jueves con su equipo pamplonés. En medio de la sierra madrileña, una granja de caballos seduce a sus clientes estadounidenses con largas conferencias. No hay prisa, el minuto sale a sólo 1,7 céntimos.
Cada vez más empresas, como éstos cinco ejemplos españoles, se están apuntado a la telefonía por Internet (Voz IP). En Estados Unidos ya emplean la tecnología uno de cada cinco negocios; en 2010 serán dos de cada tres. El paradigma de los proveedores de VoIP es Skype, que cuenta con 198 millones de usuarios en el mundo y un crecimiento exponencial del 107 % el año pasado. En España se implantó en 2005, y ya tiene tres millones de cuentas. El 30 % de todos ellos son empresas. "Esperamos que el porcentaje siga creciendo", dice Enrico Noseda, director europeo de la compañía, desde la sede londinense. "Por ello lanzamos Skype.biz el año pasado, para ponérselo más fácil a la empresas". La solución específica para pymes ofrece un panel de control con funciones de administrador, como comprar créditos y repartirlo entre las cuentas de los empleados.
"Skype sirve a las empresas porque va mucho más allá del clásico 'llamar gratis", dice Noseda. "Proporcionamos una herramienta de comunicación global". Con Skype Out, se pueden realizar llamadas a móviles y fijos, sin que el interlocutor note la diferencia, y con tarifas muy competitivas (a China o Estados Unidos, 1,7 céntimos de euro). Con Skype In se puede tener un número local en Estados Unidos o Gran Bretaña por 50 euros al año. "Tenemos servicio de contestador y un sistema de transferencia de archivos por si falla el mail", continúa Noseda. "Piensen en el dineral que cuesta montar una videoconferencia tradicional; en Skype, es gratis y está sólo a un clic". La pregunta parece entonces ¿por qué no lo tiene todo el mundo? "Antes, los interlocutores tenían que estar delante del ordenador, pero con los teléfonos inalámbricos compatibles, la experiencia llega ahora al mercado de masas".
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