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La UE subraya el impulso del nuevo Tratado a la lucha antiterrorista

Andreu Missé

Los dirigentes europeos enfatizaron ayer la relevancia de las reformas introducidas en los tratados de la UE para reforzar la lucha contra el terrorismo tras los atentados en el Reino Unido. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el primer ministro de Portugal, José Sócrates, coincidieron en señalar que "el fenómeno global del terrorismo merece una respuesta global". Barroso precisó que "los recientes atentados en Londres y Glasgow, que afortunadamente han fallado, han demostrado la necesidad que tenemos de trabajar conjuntamente y completar nuestro programa de lucha contra el terrorismo".

Los miembros de la Comisión y del Gobierno de Portugal, que ostenta la presidencia de turno de la UE, celebraron ayer la primera reunión de trabajo en Oporto, en la que acordaron los principales objetivos de la presidencia. El más relevante será la reforma de dos textos básicos: el Tratado de la UE y el Tratado sobre el funcionamiento de la Unión. La presidencia portuguesa y los servicios jurídicos del Consejo están intensificando los trabajos de redacción de los dos nuevos tratados para presentarlos en la primera reunión de la Conferencia Intergubernamental (CIG), el próximo 23 de julio.

El primer debate se realizará en el Consejo de Ministros de Exteriores informal que se celebrará en Viana do Castelo los próximos 7 y 8 de septiembre, y el objetivo es cerrar la redacción de los mismos en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Lisboa los próximos 18 y 19 de octubre. La esperanza portuguesa es identificar estas reformas como Tratado de Lisboa.

Un mandato "claro"

Ayer, tanto Sócrates como Barroso rechazaron la apertura de las discusiones sobre el contenido de las reformas. "No existe ninguna posibilidad de reabrir el mandato", dijo Sócrates, y reiteró que el mandato del Consejo era "claro y preciso". En relación con las recientes manifestaciones de los líderes polacos, los hermanos Lech y Jaroslaw Kaczynski, presidente y primer ministro, respectivamente, sobre su intención de reabrir el debate sobre el nuevo Tratado, Sócrates quitó hierro al asunto. Tales manifestaciones fueron interpretadas por los líderes europeos como una amenaza.

El primer ministro portugués manifestó su convencimiento de que "Polonia será uno de los principales colaboradores de la presidencia". Barroso, por su parte, aseguró que "no tenía ninguna duda" sobre la voluntad de todos los miembros de la Unión de respetar "el acuerdo alcanzado de forma unánime". El jefe del Ejecutivo comunitario manifestó que sus servicios "hablaban diariamente con los responsables de Polonia" y que estaba convencido de que Polonia no quería reabrir el acuerdo. "Ha habido declaraciones ambiguas y algún malentendido".

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Entre los objetivos de la presidencia portuguesa, Sócrates subrayó la importancia de la cumbre UE-África prevista para diciembre.

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