"Esto no se acaba nunca"

"Yo creé junto con dos socios un despacho legal hace tres años y la verdad es que, a día de hoy, todavía estamos haciendo trámites. Es algo que nunca acaba del todo", dice Sílvia Abelló, fundadora del bufete Aquit Legal, precisamente especializado en mercantil, inmobiliario y procesal.

Esta abogada forma parte de la Asociación Independiente de Jóvenes Empresarios (AIJEC), entidad a la que este diario envió un correo electrónico preguntando por las cargas administrativas para tomar el pulso de los emprendedores. La respuesta fue rotunda: en algo más de dos horas, respondieron una decena de empresarios con ganas de contar su particular travesía burocrática.

Los hay que, con todo, se lo toman con filosofía. Luisa Morales cree que hay que "desmitificar" el tema de los trámites con la Administración. "Es un poco rollo, vale, pero no más que otras cosas que hacemos habitualmente".

Luisa acaba de crear una empresa de productos y servicios para la mujer embarazada, Lepreg. Ha pedido tres tipos de subvención y el pago único del paro, "con papeleos y más de un viaje, pero tampoco es para tanto". La empresaria optó por contratar los servicios de un asesor de empresas para el grueso de los trámites necesario para arrancar un nuevo negocio. "No es tan caro y es dinero bien invertido, el tiempo también vale dinero", remacha.

"Si tu mercado es, sobre todo, accesible vía licitación de concursos públicos, iniciar un proyecto empresarial es exageradamente costoso y, comparado con el funcionamiento del mismo caso en países como Alemania, es absolutamente delirante", comenta al respecto Ricard González. Infraplan es su empresa, y se dedica a desarrollar herramientas para la mejora de la producción cartográfica, la calidad de los geodatos y la gestión del territorio.

González asegura: "un proceso para el que para mí me puede suponer cerca de 500 folios de certificados, declaraciones y avales, en Alemania se resolvería con no más de cinco o de seis páginas".