"Nuestro objetivo es desconectar a Hamás de la gente"
A sus 52 años, Riad Malki acaba de convertirse en uno de los 12 ministros del nuevo Gobierno de emergencia palestino. Este ingeniero, de larga trayectoria política, es un reconocido conocedor de la situación en Oriente Próximo y un privilegiado observador desde la dirección de Panorama, centro que se dedica a la promoción de la democracia desde 1991. En mitad de una jornada que le ha llevado a participar en la primera reunión del Gabinete y a tomar posesión de las dos carteras que asume -Información, que lo convierte en el portavoz del Ejecutivo, y Justicia-, admite que las exigencias son máximas, el tiempo para solucionar la crisis muy corto y los medios, muy limitados.
Pregunta. ¿Qué razones han llevado al presidente de la Autoridad Palestina a decretar la eliminación del Consejo Nacional de Seguridad?
"Hay muchas cosas que Israel puede hacer, no sólo en nuestro interés, sino también en el suyo propio"
Respuesta. Este tema no ha sido debatido en la reunión del Gabinete. Corresponde a una decisión personal del presidente que, forzado por la gravedad de la situación, ha intentado evitar que esa estructura sea utilizada por quienes han roto las reglas del juego político.
P. ¿Por qué se ha llegado a este punto, con la declaración de emergencia, la disolución del Gobierno y la declaración de fuera de ley a las milicias que controla Hamás?
R. La alternativa de lograr un compromiso entre los actores políticos palestinos está en la mesa desde que Hamás ganó las elecciones. Hamás no ha aprovechado esa oferta, sino que ha querido imponerse. Cuando ha constatado que el presidente no iba a ceder más en sus demandas, han tratado de imponerse por la fuerza. Eso va contra la democracia que queremos consolidar en Palestina y el hecho de que hayan recurrido a las armas prueba sus intenciones.
P. ¿Qué cabe decir sobre las críticas de que las medidas adoptadas por Mahmud Abbas rompen la legalidad?
R. Los expertos legales avalan los pasos que se están adoptando y reconocen la competencia del presidente en lo que ha decidido. El momento elegido es adecuado, para evitar males aún mayores.
P. ¿Cuáles son las prioridades del nuevo Gobierno?
R. Tomando en cuenta la gravedad de la situación nos concentramos, en primer lugar, en restablecer la ley y el orden tanto en Cisjordania como en Gaza. Además, se pretende lograr el levantamiento del embargo a la población y al Gobierno palestinos y, no menos importante, ampliar la autoridad a la totalidad de los territorios.
P. ¿Cómo creen poder hacerlo?
R. No hablamos de milagros sino de nuestra confianza en la capacidad individual y colectiva de los palestinos y en el compromiso del propio Gobierno, incentivado por la urgencia y las dimensiones de la tarea que tenemos por delante. Simultáneamente, miramos a la comunidad internacional a la espera de que esta vez responda de manera rápida y decidida.
P. ¿Qué esperan de Hamás?
R. Está claro que han optado por una oposición frontal. Nuestra línea de trabajo busca proveer de manera rápida y suficiente los medios de subsistencia necesarios para la población, también Gaza, hacer que los salarios lleguen a los bolsillos de los trabajadores y que la población se sienta protegida de la violencia. Si lo logramos, estaremos en el buen camino para desconectar a Hamás de la gente y a la gente de Hamás. Esperamos también que los elementos moderados de Hamás persuadan a sus correligionarios más radicales de su necesidad de reincorporarse al proceso político. Y eso mismo esperamos de los demás actores políticos, incluyendo al conjunto de los países árabes. Si Hamás no acepta esta línea quedará en evidencia que sólo representa a un movimiento condenado a la desintegración. No descartamos en todo caso que Hamás reaccione aún con más violencia. Por nuestra parte, tenemos que prepararnos para esa hipótesis y reorganizar con urgencia nuestros servicios de seguridad.
P. ¿En qué medida confía en que haya un cambio de Israel?
R. No sabemos qué hará Israel, porque siempre acaba sorprendiéndonos, hasta ahora de manera negativa. Entendemos que debería levantar el embargo, abrir los pasos de manera permanente, devolver el dinero palestino que retiene desde hace tanto tiempo, liberar a los prisioneros políticos palestinos. Hay muchas cosas que Israel puede hacer no sólo en nuestro interés, sino también en el suyo propio. No sé si Israel es consciente de su responsabilidad en la situación, ciego como está en el marco de su obsesiva búsqueda de la seguridad por métodos violentos.
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