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Reportaje:

La sidra asturiana saca pecho

Los fabricantes afrontan un maratón en autobús para competir con el vino

Juan Jesús Aznárez

La sidra asturiana, que se obtiene de la fermentación natural del zumo de manzana, hizo las maletas y viaja por España para imponer su fuerza y competir con el vino de mesa, o al menos complementarlo en los hogares y restaurantes. Durante 40 días, "el autobús de la sidra asturiana", fletado a finales de mayo en Villaviciosa por los empresarios del sector, recorrerá 21 ciudades de Galicia, Castilla y León, Madrid, Levante, Aragón y Cantabria. Los dos vehículos preparados cuentan con un pequeño museo y una bodega para popularizar la bebida mediante catas gratuitas. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y el Principado de Asturias participan en la financiación de la campaña de promoción, que ronda el millón de euros.

Los fabricantes creen que el consumidor desconoce muchas cosas de la sidra y dicen que es una opción idónea para un maridaje con la gastronomía

"Desde el sector de la sidra se ha sabido ver que el futuro de los productos agroalimentarios está cada vez más ligado a la calidad", señala José Cardín Zaldívar, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sidra de Asturias, en la presentación madrileña. "La respuesta ha sido la creación del consejo, cuya principal tarea es, precisamente, velar por la calidad de las sidras amparadas bajo el estandarte de este organismo". Se trata de un organismo adscrito a la Consejería de Medio Rural y Pesca del Principado, encargado de certificar que las 22 variedades de manzana empleadas en la elaboración de la bebida, y el proceso de fermentación, reúnen la calidad requerida. El número de cosecheros inscritos asciende a 275, que cultivan 540 hectáreas de manzano.

La creación del Consejo Regulador en 2002, que la Unión Europea ha reconocido oficialmente tres años después, es la culminación de la evolución natural del sector sidrero, marcado durante los últimos años por el aumento del precio de la botella, las nuevas normas sobre el etiquetado y una mayor exigencia de calidad.

"El consumidor podrá decidir con mucho más información de la que hasta ahora tenía", señala Reyes Ceñal, gerente del consejo. Tres tipos de sidra son amparadas: la natural, sin filtrar, la "de nueva expresión", filtrada, y más adecuada para acompañar aperitivos, mariscos y pescados, y la espumosa, que recupera el gas carbónico procedente de la segunda fermentación; sirve también para pescados y postres.

La ofensiva de los empresarios asturianos se fundamenta en el convencimiento de que la sidra es una opción idónea para su maridaje con la gastronomía. Zaldívar sostiene que la visita a Madrid supuso "un paso adelante en el posicionamiento de la sidra como producto de calidad". Ceferino Cimadevilla, presidente de la Asociación de Sumilleres de Asturias, agrega que la bebida ofrece, además de los benéficos ácidos frutales, "un moderado grado alcohólico a la hora de conducir", entre cuatro y seis grados. Elena Espinosa, ministra de Agricultura, Ganadería y Pesca, admitió el pasado año la importancia de una campaña de promoción porque detectó un problema de información y promoción de los productos con denominación de origen o de distinción de calidad en Asturias. "Existe una gran asimetría sobre lo que saben los productores y lo que saben los consumidores", declaró la ministra. Los productores conocen a la perfección todo el proceso, desde la plantación de los manzanos hasta que llega al consumidor, "pero los consumidores, en cambio, no saben nada de este proceso". El objetivo es ése: proporcionar información para que el consumidor decida quedarse con el vino, pasarse a la sidra o apuntarse a los combinados.

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