El 26% de las personas necesitadas que acuden a Cáritas son niños

Los pobres son cada vez más jóvenes y hay cada día más mujeres. Así lo afirmó ayer Jordi Roglà, director de Cáritas diocesana de Barcelona, durante la presentación de la memoria de esta institución. El 17,7% de la población catalana está por debajo del umbral de la pobreza -500 euros mensuales-, según cifras del IDESCAT.

El 26% de los 25.323 pobres a los que ayudó Cáritas en las diócesis de Barcelona, Terrassa y Sant Feliu de Llobregat en 2006 eran menores. Cáritas alertó ayer del incremento de las familias monoparentales y de los perjuicios que sufren, especialmente, mujeres jóvenes y solas con hijos y dificultades para acceder a un trabajo, así como mujeres mayores separadas y con poca o nula experiencia en el mundo laboral. "La mujer paga el pato", subrayó Roglà. Las rupturas familiares, según Cáritas, generan una nueva forma de pobreza.

El 65% de las personas atendidas por Cáritas no tenían ingresos fijos y el 53% compartían o realquilaban la vivienda. El 47% no disponían de documentación. "Lo que tienen en común todos estos colectivos es la situación de precariedad" y la pérdida de la dignidad, afirmó Anna Jolonch, coordinadora de la memoria, quien habló de un incremento de las situaciones de riesgo de exclusión social, a pesar de los "buenos índices económicos españoles".

La responsable del Servicio de Ayuda Económica de Cáritas, Inés Escrich, explicó que el 14% de la ayuda económica de Cáritas, 1.134.696 euros, se destinó a gastos relacionados con la infancia, la mayor parte para ayudar a financiar plazas en guarderías y ludotecas, comida para recién nacidos, pañales, libros y material escolar.

Los responsables de Cáritas también hicieron referencia a la recién estrenada ley de dependencia. Roglà le dio la bienvenida a esta norma, pero matizó: "Habrá que ver si disponemos de los suficientes recursos para hacer frente a estas necesidades".