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El presidente de Seat pide a Montilla que mejore las infraestructuras ferroviarias

El mandatario catalán se reúne con los principales fabricantes para tomar el pulso al sector

Los fabricantes de coches buscan ganar competitividad a toda costa, lo que depende tanto de factores internos como externos. En el caso de Seat, una vez hechos los deberes con el ajuste de plantilla, que el consorcio ha premiado con dos nuevos modelos, la compañía quiere seguir reduciendo costes, como los de transporte. El presidente de Seat, Erich Schmitt, pidió ayer al presidente de la Generalitat, José Montilla, mejores infraestructuras, especialmente ferroviarias. Montilla quiere aprovechar el Salón del Automóvil de Barcelona, para tomar el pulso al sector. Ayer se reunió con Schmitt; el martes será el turno del director general de Nissan en España, José Vicente de los Mozos.

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El presidente invitó a Schmitt al Palau de la Generalitat para conocer de primera mano los planes del fabricante. Se trata de la primera industria de la comunidad -tras la Administración catalana- con 16.000 trabajadores directos y unos 75.000 indirectos. Los objetivos de Seat son alcanzar la rentabilidad en 2008, liderar el mercado español de matriculaciones -hoy es cuarta- y recuperar el volumen de producción de medio millón de unidades en la fábrica de Martorell en 2009, gracias a la ampliación de gama con tres nuevos modelos (el todocamino Altea Freetrack, una berlina y su versión familiar) y el próximo lanzamiento del Ibiza.

Pero el máximo ejecutivo de Seat aprovechó el encuentro en la plaza de Sant Jaume -se prolongó casi dos horas y fue calificado de "práctico" e "intenso" por fuentes del Departamento de la Presidencia-, para recabar la complicidad del Gobierno catalán en tres campos que considera clave para la competitividad del sector y de Seat en particular.

En primer lugar, Schmitt pidió que la Administración, los agentes sociales y la sociedad civil en general trabajen codo con codo para transmitir el mensaje de que los bienes que se producen en Cataluña son de alta calidad. En segundo lugar, pidió un impulso de la formación específica para el sector de la automoción -el acuerdo de competitividad prevé un centro integral de formación en este sentido- y, finalmente, un viejo reclamo, aunque de rabiosa actualidad en Cataluña: el déficit en infraestructuras.

Además de recordar el encarecimiento de la factura energética para las empresas, pidió mejoras en las infraestructuras básicas: viarias (con colapsos circulatorios), ferroviarias (sin ancho de vía europeo) y marítimas, puesto que, además de caras, las autopistas marítimas dejan aún mucho que desear.

En este sentido, Schmitt pidió diligencia en la conexión de la vía de Ferrocarrils entre el puerto y la factoría de Martorell. Su entrada en funcionamiento, prevista para 2008, hará que dejen de circular 20.000 camiones al año entre Martorell y el puerto barcelonés.

La competitividad no depende ya tanto de factores internos como externos. Éste es el mensaje en boca de los constructores de automóviles en suelo español. Es el mismo que el próximo martes trasladará el director general de Nissan en España, José Vicente de los Mozos, a Montilla.

El presidente catalán aprovecha el Salón del Automóvil para mantener una ronda de contactos y reuniones con representantes del sector de la automoción en Cataluña. Montilla también se ha reunido recientemente con el máximo ejecutivo de Yamaha en España, Jorge Lasheras, presidente, a su vez, de la patronal española de las dos ruedas.

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