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Castro da a entender que no volverá aún a sus funciones

Todo sigue igual. En su primera entrevista en televisión tras 10 meses de convalecencia, Fidel Castro no habló una sola palabra de Cuba ni tampoco reveló qué papel político concreto pretende desempeñar en el futuro. De cualquier modo, el martes Castro confirmó tácitamente que de momento no piensa asumir sus cargos oficiales, que ejerce el vicepresidente primero del país y jefe del Ejército, su hermano Raúl, desde el 31 de julio de 2006. "Estoy haciendo lo que debo hacer, y más nada", dijo Castro en la entrevista.

Esto por ahora abarca: cuidar su salud, como misión principal y casi como una tarea de Estado; reflexionar en voz alta sobre diversos asuntos internacionales, pero no domésticos, siendo el diario Granma y la televisión responsables de difundir estas reflexiones y mantener viva su presencia política; representar simbólicamente a Cuba ante las visitas extranjeras más relevantes, como hizo recientemente al recibir a dirigentes de China y Vietnam, y dar consejos u orientaciones a sus colaboradores cuando es consultado.

Los 50 minutos que duró su comparecencia en televisión sirvieron para aclarar algunas cosas, y sobre todo una: la salud de Fidel Castro ha mejorado notablemente, aunque no tanto como para volver a sus actividades de antes. Ésta fue la conclusión más extendida entre los cubanos consultados ayer por este diario. Con un hablar mucho más reposado que antes, el mandatario utilizó en su discurso la misma lógica meticulosa de siempre, basada en datos y estadísticas, en comparaciones y porcentajes desmesurados que hace bailar entre ideas que van y vienen, y así pasa de una anécdota personal a una lectura, y hasta el infinito.

"El comentario en la redacción y en la calle fue el mismo: es el Fidel de siempre", decía ayer el diario Juventud Rebelde. Coincide con lo que respondieron a EL PAÍS algunos de los requeridos, pero no todos. Varios, sobre todo jóvenes, admitieron que no lo habían visto o que empezaron a verlo y no terminaron, porque tenían cosas que hacer. Julia, un ama de casa, dijo sentirse feliz porque, aunque lo vio "muy mayor", cree que hay "comandante para rato"; y Joaquín, quien obviamente no está enamorado del proceso, aseguró que lo vio bien de salud.

El presidente en funciones, Raúl Castro, también habló de su hermano al inaugurar ayer una nueva planta de gas en las afueras de La Habana. Dijo que lo vio "magnífico", y bromeó: "Ahora sí empiezo a trabajar menos".

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