La Fundación Miró entra en la lista de monumentos en peligro
La entidad solicitó ser incluida para obtener ayudas para restauración
Goteras y daños estructurales en la sede de la Fundación Joan Miró de Barcelona han convertido el edificio en uno de los 100 monumentos más amenazados del mundo, según el World Monuments Fund (WMF), una organización dedicada a alertar sobre el estado del patrimonio cultural internacional que ayer hizo pública en Nueva York su lista 2008 (www.worldmonumentswatch.org), publicada cada dos años.
Se trata del único edificio español (y del más joven de toda la lista puesto que la construcción data de 1975) dentro de una selección que incluye el santuario de Machu Picchu en Perú, el barrio histórico de Nueva Orleanso el perfil de San Petersburgo, amenazado por un desproporcionado rascacielos. La lista sirve para atraer la atención sobre construcciones o lugares que se ven amenazados por el abandono, los conflictos bélicos o el desarrollo económico incontrolado. Entrar en ella significa, en muchos casos, conseguir fondos del propio World Monuments Fund o de gobiernos alertados por esta institución, para reparar y restaurar el patrimonio artístico.
En la candidatura presentada por la Fundación Joan Miró se estima en un 1,5 millones de euros el presupuesto para reparar el edificio. "De no llevarse a cabo ninguna actuación es evidente que en los próximos años caerá a trozos y dejará de ser adecuado para la finalidad con la que se creó: acoger público y obras de arte", afirma la fundación en una solicitud que competía con más de 200 monumentos de todo el mundo.
El problema del edificio diseñado por Josep Lluís Sert era conocido y de hecho se ha intervenido ya en dos terceras partes del conjunto. El cemento armado con el que fue construido tiene fuertes problemas de carbonización que a la larga puede provocar oxidación del hierro. Con todo, el estudio químico y estructural realizado en 2003 dejó claro que ahora no hay peligro estructural, pero sí muchos problemas en los muros que cierran las fachadas, con grietas y desconchados que afectan a su "integridad visual", según indicó ayer el arquitecto Jaume Freixa, encargado de las obras del edificio, informa Catalina Serra. Pese a que estar en esta lista deja en mal lugar al país o la ciudad en el que se ubican, para la directora de la fundación, Rosa Maria Malet, es una buena manera de obtener fondos para continuar con la restauración. El Ministerio de Cultura avaló la solicitud.
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