La ley del cine fomenta la inversión privada con desgravaciones del 18%

"Difícil, laborioso y fructífero". Fueron los tres calificativos que utilizó la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para explicar el diálogo y el recorrido del proyecto de ley del cine que fue finalmente aprobado ayer por el Consejo de Ministros y remitido al Parlamento por el procedimiento de urgencia. Han sido cinco meses de duros enfrentamientos y polémica, en los que, según Fernández de la Vega, han puesto "tiempo y voluntad". Esta ley, largamente esperada por todos los sectores, obtuvo ayer un claro espaldarazo por parte de productores, televisiones, guionistas, directores y distribuidores. Solo los exhibidores rechazaron de plano el texto del Gobierno.

Se espera que a finales de año el cine español pueda contar con un marco legislativo que todos consideran necesario para la industria cinematográfica. El texto remitido a las Cortes no incluye la disposición final primera del anteproyecto de ley, elaborado por el Ministerio de Cultura, que obligaba a las televisiones a invertir un 6% de sus ingresos anuales brutos a la financiación del cine y que se había convertido en el principal escollo. No obstante, las televisiones seguirán aportando el 5%, conforme al real decreto aprobado por el Gobierno de José María Aznar en 1999. Esta obligación no es derogada por el proyecto de ley, aunque está pendiente de una resolución del Tribunal Europeo de Luxemburgo.

La principal novedad que recoge el texto es la posibilidad de desgravaciones fiscales, de hasta un 18%, para las personas físicas y jurídicas que decidan contribuir a la financiación de una película. Hasta ahora, estos incentivos, insistentemente reclamados por los productores, sólo alcanzaban el 5%. Otro de los compromisos financieros de la ley es la dotación al Fondo Nacional de la Cinematografía de 100 millones de euros en los próximos cuatro ejercicios presupuestarios. Este incremento hará posible que España homologue los mecanismos económicos del cine con otros países europeos.

Los morosos del cine tendrán sus días contados. La ley introduce en el artículo 24 una cláusula por la que los productores que no tengan al día sus cuentas con el personal creativo, artístico y técnico no podrán acceder a ningún tipo de ayudas para su siguiente película. Este punto beneficia especialmente a los técnicos del cine y los guionistas, dos de los sectores que históricamente más dificultades han tenido para cobrar sus trabajos.

El Gobierno ha decidido también aplicar la cuota de pantalla por sesiones en lugar de por días como hasta ahora y flexibilizar las condiciones de su cumplimiento, especialmente cuando se proyecten películas europeas en versión original subtitulada. Otra de las novedades es la de que se podrán conceder ayudas para realizar películas para televisión, series de animación y documentales.

Para Carmen Calvo no fue ayer un día especial. Aludió al sentido de la responsabilidad para sacar adelante un proyecto, tantos meses encallado. "Es un éxito para el cine español y su futuro".