Los docentes que opten a una plaza serán evaluados antes por profesores de otra universidad

Los profesores universitarios que quieran sacar una plaza de funcionario tendrán primero que exponer sus méritos académicos ante expertos de universidades que no sean la suya. Cuando este tribunal dé su visto bueno, el aspirante podrá presentarse en su universidad o en cualquier otra para las pruebas de selección. La primera parte, la acreditación de méritos que certificará el Consejo de Universidades, sustituirá al sistema de examen nacional (habilitación) que estableció el PP durante la anterior legislatura, muy criticado por los rectores por "costoso".

El aspirante tendrá que presentar los documentos que demuestren su experiencia docente e investigadora y la comisión de acreditación la valorará. Si los candidatos suspenden, no podrán volver a presentarse en dos años, en caso de que aspire a ser profesor titular, y tres años, si se aspira a catedrático. Excepcionalmente, si se ha quedado muy cerca del aprobado, ese plazo se puede reducir a un año. Si se aprueba, la acreditación tendrá validez durante seis años. Si en ese tiempo el candidato no ha conseguido una plaza de funcionario en alguna universidad, tendrá que renovar la acreditación. Así se establece en el borrador de real decreto que ayer envió el Ministerio de Educación a los rectores. El nuevo sistema empezará a funcionar, previsiblemente, "el próximo mes de noviembre", explica el director general de universidades, Javier Vidal.

Las comisiones estarán formadas por siete miembros, entre profesores titulares, catedráticos, investigadores y expertos y dependerán de la Agencia de Calidad y Acreditación (Aneca). Todos tendrán que firmar un código ético de actuación que está redactando la Aneca. En ningún caso podrá formar de la comisión un profesor de la misma universidad a la que pertenezca el aspirante.

Profesores europeos

Los profesores que ocupen cargos equivalentes al de profesor titular o catedrático en una universidad de cualquier país de la UE estarán automáticamente acreditados. "La Aneca tendrá que certificar si, en efecto, el aspirante ocupaba en su país un cargo similar", explica Vidal. Para los demás, aprobar la acreditación supondrá haber obtenido 65 puntos sobre 100, en el caso de los aspirantes a profesor titular. La investigación (publicaciones, contratos de investigación, patentes, etcétera) valdrá hasta 50 y la docencia, 40. La acreditación para optar a catedrático necesitará 80 puntos (la investigación vale 60 y la docencia, 30). La formación previa (tener varias carreras, por ejemplo) y el haber ocupado cargos administrativos serán los otros criterios de valoración.

Por otro lado, la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, se refirió ayer a los otros profesores funcionarios, los de enseñanzas no universitarias (educación infantil, primaria, secundaria). Cabrera aseguró que harán falta 200.000 profesores nuevos en los próximos 10 años debido al crecimiento demográfico y a la jubilación de buena parte de la plantilla actual.